Clima
La doble amenaza de los huracanes Imelda y Humberto: las costas de EE UU bajo alerta
El Atlántico no da tregua con la llegada de Imelda, el segundo huracán que azota las Bermudas en una semana y cuya estela de destrucción ya ha dejado un trágico balance de muertes en Cuba y Estados Unidos
La estela del huracán Imelda se ha cobrado ya tres vidas en su violento avance por el Atlántico. Las consecuencias más trágicas se han registrado lejos del núcleo del ciclón, donde las lluvias torrenciales y el fuerte oleaje asociado al fenómeno han resultado letales. En Cuba, dos personas fallecieron a causa de las graves inundaciones, mientras que en la costa de Florida, en Estados Unidos, un hombre fue arrastrado por las corrientes de resaca, sumando la tercera víctima mortal a un balance desolador que evidencia la peligrosidad del huracán más allá de sus vientos.
A este trágico balance se suma un rastro de destrucción material de enorme envergadura en la costa este estadounidense. El estado de Carolina del Norte ha sido uno de los más perjudicados, donde al menos seis viviendas se derrumbaron y fueron engullidas por el océano después de que sus cimientos cedieran ante la fuerza del mar. Asimismo, las autoridades locales han alertado de notables procesos de erosión y un peligroso oleaje que afecta a buena parte del litoral del país.
De hecho, la fuente de esta devastación fue el paso de Imelda por el archipiélago de las Bermudas. Durante la noche del miércoles al jueves, el núcleo del huracán barrió la isla con la fuerza de un sistema de categoría 2 y vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora. Este impacto directo dejó al territorio británico en una situación de extrema vulnerabilidad, una circunstancia que ha detallado el medio Cnnespanol al informar sobre la excepcionalidad de la temporada de ciclones.
La insólita confluencia de dos huracanes en el Atlántico
Y es que la situación meteorológica en la región ha presentado una circunstancia realmente anómala. El paso de Imelda se produjo apenas unos días después de que otro huracán, Humberto, rozara también las Bermudas, dejando un panorama insólito. Los dos ciclones llegaron a operar simultáneamente con apenas 725 kilómetros de distancia entre sus centros, un fenómeno muy poco común que pone de manifiesto la intensa actividad ciclónica que vive el océano.
Por su parte, tras golpear con dureza el archipiélago, Imelda prosiguió su trayectoria perdiendo algo de intensidad, aunque sin dejar de ser una amenaza considerable en mar abierto. Mientras se alejaba de la isla, el huracán se debilitó a categoría 1, con vientos que descendieron hasta los 145 kilómetros por hora, manteniendo en alerta a las rutas de navegación del Atlántico.