Sucesos

Obligada a sacrificar a su perro por una negligencia en la peluquería

La dueña ha abierto una petición en el porta Charge.org para “crear conciencia de lo sucedido” tras la muerte del cachorro de nueve meses

Imagen de archivo de un cachorro de chihuahua
Imagen de archivo de un cachorro de chihuahualarazon

Pamela Rodgers, de la ciudad de Kilmarnock, en Escocia, se vio obligada a sacrificar a su perro después de una sesión de peluquería donde la mascota fue “sometida a una cabina de secada”, después de pasar 30 minutos encerrado en una secadora.

El incidente ocurrió en mayo del año pasado. Rodgers llevó a su perro, Harry, aun prestigioso salón de belleza canino, al que solía ir a menudo. El animal sufrió un colapso y tuvo que ser llevado a un veterinario en Glasgow, donde dos días después tuvo que ser sacrificado por una intususcepción intestinal.

El golpe de calor generó complicaciones que alteraron la coagulación sanguínea del perro. “Su sangre no se coagulaba, por lo que no pudieron abrirlo. Se desangró”, narró Rodgers, en declaraciones recogidas por Daily Mail.

Ahora, la dueña busca que el gobierno escocés regularice la industria del cuidado de mascotas y la labor de los peluqueros caninos porque “no existen reglas que los obliguen a informar sobre cómo tienen que acicalar a su animal o el equipo que utilizarán”. La petición está abierta en el portal Change.org, en el que cuenta la historia del cachorrito de nueve meses.

Una portavoz del Gobierno de Escocia expresó el compromiso de las autoridades por garantizar altos estándares de bienestar animal para las mascotas en el país, donde la tenencia de perros ha incrementado la economía de varios negocios, entre ellos las peluquerías. “Hemos introducido un nuevo marco para la concesión de licencias de algunas actividades que involucran animales, y consultaremos si extender esto a actividades adicionales, incluso potencialmente a negocios de peluquería canina”.

Las secadores pueden ser extremadamente peligrosas y no basta con probarlas regularmente, puesto que la rotura de los termostatos, los temporizadores defectuosos y los errores humanos pueden ser causa de lesiones o incluso de fallecimientos. “Esto no tiene en cuenta otros actos de negligencia inexplicables, como ocurrió en el caso de Harry”, aseguraba Rodgers.