Espionaje

Adela, la espía rusa que se infiltró en la base de la OTAN de Nápoles para hacerse con secretos oficiales

Llegó a la ciudad italiana diciendo ser una empresaria peruana y con el objetivo de llevar información confidencial de la Alianza Atlántica a Moscú

María Adela Kuhfeldt Rivera, u Olga Kolovoba, la espía rusa que dijo ser empresaria peruana y se infiltró en la sede de la OTAN en Italia
María Adela Kuhfeldt Rivera, u Olga Kolovoba, la espía rusa que dijo ser empresaria peruana y se infiltró en la sede de la OTAN en ItaliaEliot Higgins

Los intentos de Rusia de dañar a la OTAN a través de espías rusos no son ninguna novedad. Autoridades de los países miembros, desde varios años atrás, llevan alertando de las intenciones de Moscú de adentrarse en la organización y descubrir información confidencial con la que poder atacar a la Alianza. El último caso que ha salido a la luz tiene que ver con una mujer que decía ser una empresaria peruana y que llegó a Italia donde la Alianza Atlántica tiene importantes bases militares, en búsqueda de “secretos”.

Con más similitudes con las películas de acción que con la propia realidad, la mujer, de unos 30 años, decía llamarse María Adela Kuhfeldt Rivera, nacida en Lima (Perú) y con padre alemán. Decía ser una apasionada de las joyas, así como una importante empresaria. La mujer, curiosamente, desapareció de Italia un día después de el sitio especializado Bellingcat publicara un informe sobre agentes de Moscú que habían traspasado la frontera por Bielorrusia poco antes de la invasión de las fuerzas rusas a Ucrania.

Y es que todo era una mentira, y la verdad es que se trataba de Olga Kolobova, una espía rusa perteneciente al GRU (Glavnoe Razvedyvatel’noe Upravlenie, es decir, el servicio de espionaje militar ruso). Esta pretendía forjar relaciones con los oficiales de la OTAN en Nápoles, donde tiene su sede el mando de la fuerza conjunta aliada, y seducirles para sacarle información que comprometieran a la organización.

La investigación fue llevada a cabo por periodista del diario italiano Repubblica, el sitio ruso independiente The Insider y la revista alemana Der Spiegel, que achacan que el incremento de la presencia de Rusia en el Mediterráneo (las fuerzas rusas están activas en lugares como Libia o Siria) está relacionado con este tipo de amenazas. En Nápoles está situado uno de los dos cuarteles generales estratégicos operativos de las potencias aliadas en Europa.

El GRU, mucho más poderoso que el FSB y el SVR (herederos del KGB), ejecuta las órdenes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas y puede incluso movilizar a 25.000 soldados altamente entrenados.

¿Quién es la espía rusa que ha comprometido los planes de la OTAN?

Según la identidad y el pasaporte falsos que le preparó el GRU y de los que aparecen en la investigación de estos tres medios, María Adela Kuhfeldt Rivera nació en 1978 en Callao (Perú). Su padre es alemán y su madre, peruana. De su vida anterior a 2009 no se conocen muchos datos, aunque las investigaciones revelan que en 1980, había sido abandonada por su madre en Moscú y que, en 2005, la oficina del Registro Civil del distrito de independencia en Lima, Perú, recibió una solicitud de inscripción de una nueva ciudadana peruana que tenía ese nombre.

En 2010, vivía en Malta con su prometido y frecuentaba los círculos más exclusivos de la isla, y también vivió en París y en Reino Unido durante un tiempo. Luego se mudó a Ostia, ciudad cercana a Roma, comenzó su vida en Italia, familiarizándose con la cultura y la vida del país transalpino.

Tal y como indica la Repubblica, Rivera vive en un bloque modesto en Ostia. En 2012, se casó con un ciudadano de doble nacionalidad de Rusia y Ecuador, y que tenía pasaporte italiano (el cual se dice que falleció al año siguiente de una enfermedad grave). En 2013, Rivera funda Serein SRL, una sociedad que ya había sido registrada anteriormente en Francia, y colocó la sede en Marcianise, a unos treinta kilómetros de donde se encuentra el cuartel general de la OTAN en Nápoles.

Su empresa se dedica a la fabricación y venta de joyas de excelente factura fabricadas en China aunque decía ser “made in Italy”. Asegurando que su empresa era “de éxito” (aunque no tuvo mucho), pudo ser admitida en el Lions Club Napoli Monte Nuovo, frecuentado por oficiales y empleados de la OTAN. Incluso, según las investigaciones, llegó a tener una relación romántica con un ejecutivo de la OTAN.

Regresó a Moscú en 2018, y cuatro años después, gracias a la investigación de estos medios, se ha podido conocer que María Adela Kuhfeldt Rivera era, en realidad, la espía rusa Olga Kolobova, y su objetivo, acercarse a la OTAN para dar información importante y confidencial al Kremlin.