Guerra

La venganza de Putin sobre Kyiv: Rusia lanza un bombardeo masivo contra blancos civiles y estratégicos

El Ejército ruso lanzó 84 misiles contra diferentes ciudades ucranianas. Una docena de muertos y 60 heridos fueron la consecuencia del bombardeo de la capital

«Es mi primer día en Kyiv. He vuelto de Berlín porque la situación ya me parecía más segura», comenta Olga, de 21 años. Está pálida y su voz está temblando. Tanto como la mayoría de los habitantes del centro de la ciudad que ayer por la mañana pasaban por la estación de metro en el centro de la capital que se llama «Universidad». Olga reconoce que después de este ataque probablemente regresará a Alemania, un país que le acogió cuando empezó la guerra en Ucrania. A las 8:30 de la mañana escuchó unas explosiones tan fuertes que temblaron las paredes y bajó corriendo a un refugio que estaba más cerca de su casa.

Ayer, Rusia lanzó 84 misiles contra varias ciudades ucranianas, 43 de ellos fueron interceptados por las Fuerzas de la Defensa Antiaérea. Pero muchos otros llegaron a su objetivo y causaron un daño grave a la infraestructura crítica (energética y de comunicaciones) y los barrios residenciales del país. Entre las ciudades que sufrieron el ataque ruso se encuentran Zaporiyia, Leópolis, Jarkiv y el sur de Odesa. También Kyiv, inmune a los bombardeos en los últimos meses, fue golpeada fuertemente. Una docena de muertos y 60 heridos fueron el balance del bombardeo de la capital ucraniana. Para desmentir la información falsa distribuida por los medios rusos sobre la huida de Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano grabó un mensaje desde el centro de Kyiv, diciendo que «los terroristas» tuvieron dos metas principales: asustar a la población y causar el daño a la infraestructura crítica. No es la primera vez que se graba para demostrar que sigue al frente del Gobierno, lo hizo durante los primeros días de la invasión rusa a finales de febrero.

Uno de los blancos trazados por el Ejército ruso se consiguió. Después de los golpes a las estaciones eléctricas, en varios barrios de la ciudad desapareció la luz. Todavía hay áreas de la capital que tuvieron ayer que pasar la noche en oscuridad o bajo la luz de velas y linternas preparados de antemano en el caso de un ataque nuclear o un golpe fuerte.

Sin embargo, en estas condiciones, los ciudadanos no pidieron la presencia del espíritu ni en los refugios antiaéreos. Mientras sonaban las sirenas en varias estaciones del metro, se escucharon canciones ucranianas populares y el himno de la capital. A la pregunta de si tiene miedo, Varvara, de ocho años, que se encuentra en el refugio, empieza a reírse y decir que «ninguno». La niña también comparte su impresión de la vida en Kyiv que le parece «ideal», también está contenta porque puede perder un día de sus clases virtuales en la escuela. Sus padres no comparten su entusiasmo, pero hace unos tres meses huyeron de la ciudad de Jersón, y ya estaban acostumbrados a escuchar las explosiones. Tanto como muchos otros ucranianos, quienes después de pasar el primer susto, decidieron «pagar por su tranquilidad» interrumpida con una donación a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Desde la revolución de Maidán, una de las formas de la lucha de los habitantes de la capital es el voluntariado financiero. Este ataque no provocó ni lamentos ni lágrimas, sino una ira colectiva y ganas de hacer a Putin que responda por sus acciones. Así, después del bombardeo masivo de Ucrania, el Fondo Benéfico Serhiy Prytula, junto con el activista público Serhii Sternenko, anunció una recaudación de fondos para la compra de drones kamikaze RAM II UAV para las Fuerzas Armadas de Ucrania. «Han enfadado a los ucranianos, serán castigados por ello. Por cada una de nuestras ciudades, por cada una de nuestras personas. ¡Estamos comenzando una gran reunión para la venganza!», dijo Sergiy Prytula. En pocas horas, Sternenko informó por Twitter que los ucranianos habían recaudado unas 32 millones de grivnas. Los habitantes de Kyiv también están indignados por los sitios elegidos por los rusos como blancos de sus ataques, entre ellos se encuentran los parques para los niños, un puente peatonal y los edificios cerca de la estación central de trenes.

El parque que tiene el nombre de los poetas más importantes del país. Shevchenko es «el Retiro» de la capital ucraniana. Este parque ha sido el sitio de reunión de los estudiantes durante la Revolución de Maidán y las primeras protestas contra el pasado postsoviético. Aquí también se encuentran tres edificios que jugaron un papel clave en la formación de las generaciones de los intelectuales del país. Uno de ellos es la Casa del Profesor, que los medios prorrusos han confundido con el Parlamento ucraniano, donde ahora se encuentran varias escuelas de formación artística para los niños. Pero este edificio fue testigo de la formación de la República Popular Ucraniana en el siglo XX. Otros dos pertenecen a la Universidad Nacional. La profesora de Filología ucraniana Oksana Macko dice que se siente dolida e indignada por lo que pasó con su alma máter. Además de los daños causados en la fachada tras la explosión, una de las metrallas destruyó las vidrieras. Según ella, los rusos atacaron la universidad porque se estudia la inteligencia y la fuerza intelectual de Ucrania, que suponen un peligro mortal para los rusos.

El ataque provocó la condena generalizada de Europa y de EE UU. En Moldavia generó indignación porque tres misiles lanzados hacia Ucrania desde el mar Negro sobrevolaron su espacio aéreo. El embajador ruso fue llamado a consultas. Desde Washington, Joe Biden condenó unos bombardeos que demuestran la «brutalidad absoluta» de Putin en su guerra «ilegal» en Ucrania. «Estos ataques mataron e hirieron a civiles y destruyeron objetivos sin fines militares», denunció. Biden elevó el tono y advirtió a Putin con un armagedón si detona una bomba nuclear. La Embajada de EE UU instó a sus ciudadanos a abandonar Ucrania lo antes posible.