Armamento
Moskit: así es el nuevo dron ruso que interfiere las comunicaciones ucranianas
Este vehículo aéreo no tripulado constituye una herramienta perfecta para los golpes de artillería de precisión tras apuntar al objetivo desde ellas
La guerra en Ucrania es un campo de pruebas constante para las nuevas tecnologías. Los drones de ataque o de reconocimiento son una parte integral de este conflicto. Ucrania y Rusia han demostrado que estas “moscas” no tripuladas son la herramienta perfecta para los golpes de artillería de precisión, tras apuntar al objetivo desde ellas.
Desde Moscú esperan que la guerra continúe mucho más allá de 2023. Por supuesto, esto se basa en la situación actual. Sin embargo, parece que Rusia está aprendiendo de sus éxitos.
El Ejército ruso del presidente Vladimir Putin, que actualmente depende únicamente de su propia tecnología, ha presentado un nuevo avión no tripulado. Al igual que el Orlan-10, que sufrió un fracaso total en el campo de batalla, el Moskit (”Mosquito”) es un nuevo dron ruso para interferir las comunicaciones del enemigo.
El Kremlin afirma que este dron ya ha participado varias veces en operaciones militares en Ucrania. Según las afirmaciones, el dron ruso ha interferido con éxito las comunicaciones ucranianas en varias ocasiones.
Actualmente, según fuentes rusas, el dron está siendo introducido para conocimiento de cientos de miles de soldados rusos movilizados. Esto sugiere, si hay que creer las afirmaciones rusas, que Rusia tiene o pretende producir grandes cantidades.
Según se puede apreciar en varios vídeos, el dron se lanza desde un sistema de raíles, a través de una cuerda tensa. Se pliega en su lugar, lo que indica que es fácilmente transportable y que puede ser transportado rápidamente a cualquier lugar del campo de batalla.
Posteriormente, un soldado tira de la cuerda hasta el límite con una manivela, lo que garantiza una fuerza suficiente para lanzar el dron. Una vez lanzado, el dron se eleva por debajo de los 45 grados, alcanzando una determinada altitud durante el vuelo.
Cuando termina la misión, un paracaídas se abre y deja caer al suelo el dron, que tiene algo así como airbags que se activan poco antes de la hibernación. De este modo, se suaviza el impacto del dron contra el suelo durante el aterrizaje.
El dron tiene módulos para suprimir e interferir los canales electrónicos de comunicación y transmisión de datos. Los vehículos aéreos no tripulados pueden bloquear las comunicaciones a una distancia de hasta cinco kilómetros, lo que dificulta la interacción de las unidades enemigas de vanguardia con sus cuarteles generales o centros de mando y control situados en la retaguardia.
Asimismo, esta “mosca” no tripulada tiene un enlace de comunicación directo con un operador, quien supervisa su vuelo e introduce las órdenes para su ejecución. Las fuentes dicen que una de las funciones más importantes del dron es llevar a cabo misiones de inteligencia-vigilancia-reconocmiento [ISR].
De ser esto cierto, el dron está equipado con módulos y sistemas electro-ópticos para este fin. Sigue siendo un misterio si el dron es capaz de realizar simultáneamente misiones de interferencia electrónica y de ISR. Algunas fuentes afirman que es muy posible.
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