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Rusia

Dos refinerías de petróleo vinculadas a Rusia sufren un incendio y un explosión en Hungría y Rumanía

Ambas instalaciones sufrieron estos percances con pocas horas de diferencia, lo que ha generado inquietud ante un posible sabotaje

Dos refinerías de petróleo vinculadas a Rusia sufren un incendio y un explosión en Hungría y Rumanía EUROPAPRESS

Dos refinerías de petróleo vinculadas a intereses rusos fueron afectadas por incidentes graves el pasado 20 de octubre, según confirmó Associated Press. La refinería de Százhalombatta, al sur de Budapest (Hungría), sufrió un incendio de gran magnitud en horas de la noche, mientras que la planta Petrotel-Lukoil, ubicada en Ploiești (Rumanía), fue sacudida por una explosión a mediodía. Ambos incidentes ocurrieron con pocas horas de diferencia, lo que ha despertado inquietud sobre posibles causas comunes o sabotajes industriales.

En Hungría, el operador MOL confirmó que el incendio fue contenido por los bomberos sin víctimas mortales, aunque se reportaron daños en las instalaciones de procesamiento. En Rumanía, la explosión en Petrotel-Lukoil dejó al menos tres heridos y obligó a evacuar parte del complejo. Las autoridades de ambos países han iniciado investigaciones técnicas, pero no han descartado la posibilidad de actos deliberados, dada la coincidencia temporal y la sensibilidad geopolítica de las instalaciones.

La planta húngara de Százhalombatta es operada por MOL, que mantiene acuerdos de suministro con Rusia a través del oleoducto Druzhba. Por su parte, Petrotel-Lukoil pertenece a la filial rumana de la petrolera rusa Lukoil. Estos vínculos han sido objeto de escrutinio desde el inicio de la guerra en Ucrania, especialmente por las sanciones europeas y los esfuerzos por reducir la dependencia energética del Kremlin.

Un impacto limitado en el suministro, pero que genera preocupación por la seguridad energética

Aunque los operadores han asegurado que el suministro de combustible no se verá afectado a corto plazo, los incidentes han generado preocupación en Bruselas y entre los socios regionales. Hungría, que mantiene una postura más conciliadora hacia Moscú, ha sido criticada por su resistencia a cortar los lazos energéticos. Rumanía, en cambio, ha buscado diversificar sus fuentes, aunque Petrotel sigue siendo una instalación clave para el procesamiento de crudo ruso.

La Unión Europea continúa enfrentando desafíos para garantizar la seguridad energética tras la reducción de importaciones rusas. Los ataques a infraestructuras críticas, como los gasoductos Nord Stream en 2022, han elevado el nivel de alerta. Expertos en seguridad industrial señalan que las refinerías son objetivos potenciales en escenarios de guerra híbrida, especialmente cuando están vinculadas a actores geopolíticos en conflicto.

Tras conocerse los incidentes, portavoces de la Comisión Europea han instado a los Estados miembros a reforzar la vigilancia en instalaciones estratégicas. Se ha propuesto la creación de un mecanismo de alerta temprana para incidentes industriales con posible implicación externa. Tanto Hungría como Rumanía han confirmado su disposición a cooperar en el marco de la Agencia Europea para la Seguridad de Redes y de la Energía.