Un dron de combate ucraniano se estrella cerca de Moscú

Rusia permanece en alerta ante el creciente ataques de drones de combate ucranianos. El gobernador de la región de Moscú, Andrey Vorobyev, aseguró ayer que un avión no tripulado había caído cerca de la ciudad de Kolomna, a 112 kilómetros al sureste de la capital. El Ejército ucraniano guarda silencio pero se trataría del primer intento conocido de las fuerzas ucranianas de atacar la capital rusa desde que comenzó la invasión hace más de un año. La prensa local ha informado de que el dron ha impactado a pocos metros de una estación de distribución de gas propiedad de Gazprom, el gigante energético controlado por el Estado. El aparato ha sido identificado como un UJ-22 Airborne, un dron de ataque con un alcance de cientos de kilómetros, fabricado por la empresa ucraniana Ukrjet.

El espacio aéreo en torno a San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, se cerró a primera hora del día tras avistarse un aparato similar a un dron, pero el Ministerio de Defensa ruso informó después que se habían producido ejercicios militares. Sin embargo, otras fuentes apuntaron que cazas rusos lo habrían derribado. El Ministerio en ningún momento informó a las aerolíneas de que se iban a producir maniobras, como es habitual.

El Ministerio de Defensa ruso sí confirmó el derribo de aviones no tripulados ucranianos mientras intentaban atacar infraestructuras civiles en la región meridional de Krasnodar y en la República de Adiguesia, ambas próximas a Ucrania.

Rusia instaló el mes pasado sistemas de defensa antiaérea en los tejados de edificios gubernamentales y militares de Moscú, así como cerca de las residencias del presidente ruso, Vladimir Putin.

En diciembre las fuerzas ucranianas atacaron con drones un aeródromo en Saratov, a unos 350 kilómetros de Ucrania, matando a tres militares. El Gobierno de Zelenski nunca ha reconocido oficialmente estos ataques aunque sí los aplauden.