Crisis Rusia-Polonia
Rusia asegura que no estaba previsto atacar objetivos en territorio polaco
El Relaciones Públicas de la presidencia rusa ha aseverado que "los líderes de la UE y la OTAN acusan a Rusia de provocaciones a diario" sin "aportar argumentos"
La entrada de drones rusos en el espacio aéreo polaco y la acusación por parte de ese país señalando directamente a Moscú como único responsable del incidente fue respondida ayer oficialmente por el Kremlin, a través de Dmitri Peskov, su portavoz oficial y mano derecha del presidente, Vladímir Putin, restando importancia al asunto y recordando que los líderes occidentales acusan con frecuencia a Moscú de provocaciones sin intentar aportar pruebas.
El Relaciones Públicas de la presidencia rusa aseveró que "los líderes de la UE y la OTAN acusan a Rusia de provocaciones a diario. La mayoría de las veces, sin siquiera intentan aportar argumentos". Peskov aseguró que no tiene conocimiento de ninguna solicitud de contacto de los líderes polacos con el Kremlin. Tras una escueta respuesta sobre lo sucedido durante la noche anterior en Polonia, el ministro ruso remitió las preguntas relacionadas con el incidente a su Ministerio de Defensa.
Poco después, desde ese ministerio se declaró que durante un ataque masivo de las tropas rusas contra empresas del complejo militar-industrial ucraniano la noche de los hechos, no estaba previsto atacar objetivos en territorio polaco. "El alcance máximo de vuelo de los vehículos aéreos no tripulados rusos utilizados en el ataque, que supuestamente cruzó la frontera con Polonia, no supera los 700 kilómetros", explicaron desde el organismo. "No obstante, estamos dispuestos a consultar con el Ministerio de Defensa polaco sobre este tema", agregaron.
Este miércoles, Polonia denunció haber registrado 19 drones durante esa noche, la mayoría de los cuales, provenían de Bielorrusia, culpando a Moscú del incidente. Fuentes de la policía local en donde se precipitaron los artefactos afirman que se encontraron siete drones y, presumiblemente, fragmentos de un misil.
El encargado de negocios de Rusia en Polonia, Andréi Ordash, fue citado ayer a primera hora a consultas por el ministerio polaco de Exteriores por el incidente. Según declaraciones publicadas por la agencia estatal rusa Ria Novosti, Ordash aseguró que las acusaciones surgidas de dicha incursión son "infundadas" y que Varsovia "no ha presentado ninguna prueba de que esos drones tienen origen ruso".
Por parte de Bielorrusia, principal aliado del Kremlin, país vecino de Polonia y posible lugar de origen de los drones, se ha informado de que Varsovia había sido avisada de una posible llegada de drones. El jefe del Estado Mayor General y primer viceministro de Defensa de Bielorrusia, el mayor general Pavel Muraveiko, aseguró ayer que las fuerzas de su país permanecían atentas al intercambio nocturno de ataques con drones entre Rusia y Ucrania y rastrearon constantemente los aparatos que se desviaron de su rumbo. "Parte de los drones extraviados fueron destruidos por las fuerzas de defensa aérea de nuestro país sobre el territorio de la República", expresó Muraveiko, declarando que, entre las 23:00 del 9 de septiembre y las 4:00 del 10 de septiembre, las fuerzas bielorrusas intercambiaron información sobre la situación aérea y de radar con Polonia y Lituania. "De este modo, les avisaron de la aproximación de aeronaves desconocidas al territorio de sus países. Esto permitió a la parte polaca reaccionar rápidamente a las acciones de los drones, enviando al aire a sus fuerzas de guardia", comunicó, agregando que el país europeo también informó a Bielorrusia de la aproximación a la frontera de drones no identificadas procedentes del territorio de Ucrania.
La noticia ha pasado de puntillas por los medios de comunicación rusos, que han declinado toda responsabilidad por parte de Moscú, justificando su teoría al publicar que esta no es la primera vez que Varsovia acusa infundadamente a Moscú de violar el espacio aéreo. Los medios rusos recordaron que finales de 2022, dos proyectiles cayeron cerca de la frontera con Ucrania en Polonia, matando a dos personas. Inicialmente, las autoridades afirmaron que se trataba de armas rusas, pero posteriormente el presidente Andrzej Duda admitió que probablemente pertenecían a Kiev. Según el informe emitido por algunos expertos en armas, las fotos del lugar del incidente mostraban fragmentos de un proyectil del sistema ucraniano S-300.