Cumbre en Vilna
El "factor F-16" en el levantamiento del veto de Turquía a Suecia
Ankara estaba detrás de los aviones de combate de fabricación estadounidense. La Casa Blanca reconoce que "EE UU ha jugado un papel significativo"
"En primer lugar, el mensaje más importante es que esta cumbre ya es histórica antes de haber empezado", comenzó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, su intervención de este martes en la cumbre de Vilna, en plena resaca tras el anuncio de que Turquía levantaba por fin el veto al ingreso de Suecia en la Alianza. "Suecia se convertirá en miembro de pleno derecho de esta alianza. Esto es bueno para Suecia, para Turquía, para toda la OTAN, y también es bueno para la región del Báltico", avanzó Stoltenberg, quien destacó que el Báltico estará mucho más protegido ahora.
El secretario general quitó hierro al asunto sobre la fumata blanca turca. "La gente piensa que es muy misterioso, pero no lo es. En realidad, el hecho de que esto beneficie a Suecia también beneficia a Turquía". Stoltenberg recordó lo pactado durante la cumbre de Madrid del año pasado y todo lo qu ha hecho Estocolmo para llegar hasta aquí y ser miembro de pleno derecho. "Suecia ha modificado su Constitución. Suecia ha reforzado las leyes antiterroristas, han establecido mecanismos para trabajar más estrechamente, para intercambiar la inteligencia y la información. Hace apenas unos días, tuvimos una decisión en el tribunal sueco donde un miembro del PKK fue condenado por ayudar a financiar el terrorismo. Estos son el tipo de ejemplos y la aplicación del acuerdo en Madrid que permitió el anuncio de ayer. Así que como vecino de Suecia, es genial tener a Suecia como miembro de pleno derecho. Todos estaremos más seguros", remarcó Stoltenberg.
Sin embargo, a nadie se le escapa que antes de partir a Vilna, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condicionó el desbloqueo a que Ankara entrase en la Unión Europea y también habló de los F-16, los potentes aviones de combate estadounidenses. Antes de aterrizar Erdogan aseguró que había hablado con su homólogo estadounidense, Joe Biden, el domingo y que hoy mantendrían una reunión en la cumbre de Vilna "con la esperanza de superar las diferencias entre ambos en materia de cooperación en Defensa y lucha contra el terrorismo". Y es que Turquía había pedido a EE UU la compra de 40 nuevos F-16 tras haber sido expulsada del programa de aviones de combate de nueva generación F-35. Debido a las objeciones en el Congreso, la Administración Biden aún no había enviado formalmente la venta para que la aprueben los congresistas.
A este respecto, Stoltenberg "no ve ninguna relación". La OTAN "ha dejado claro que debemos hacer lo que podamos para eliminar y suprimir las restricciones a la exportación de armas entre aliados. Yo acojo con satisfacción cualquier diálogo entre Turquía y Estados Unidos sobre los F-16. Pero eso no forma parte del acuerdo que alcanzamos ayer", insistió el secretario general de la Alianza.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseveró a su llegada a la cumbre de Vilna que Biden tenía "claro que apoya la venta y tiene la intención de avanzar en este proceso". Sin quitarle mérito a los negociadores de Suecia, Turquía y la Alianza, Sullivan destacó que EE UU también había jugado un "papel significativo".
En la misma línea, tras el anuncio de Turquía de que apoyará el ingreso de Suecia en la OTAN, el secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa Nacional, Yaşar Güler, hablaron por teléfono. Según los medios turcos, sobre el asunto del F-16.
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