Inundaciones

Las fuertes lluvias dejan al menos ocho muertos en Italia

Cancelado el Gran Premio de Emilia-Romaña del Mundial de Fórmula Uno por la inundaciones

Al menos ocho personas han muerto y varias permanecen desaparecidas tras las inundaciones registradas la pasada madrugada en la región de Emilia-Romaña, en el noreste de Italia, como consecuencia de las intensas lluvias que han caído en el país en los últimos días. Las precipitaciones provocaron el desbordamiento de una decena de ríos que rápidamente inundaron cientos de localidades, sobre todo en las provincias de Forlí, Cesena y Rávena, aunque las alarmas también saltaron en Bolonia, donde 13.000 personas tuvieron que ser evacuadas por los servicios de emergencia.

“La media del agua de lluvia que cayó en las últimas 36 horas fue de 200 litros y en algunas zonas alcanzó los 500 litros, lo que da la idea de la cantidad de lluvia que ha caído visto que la media de toda la temporada es de 1.000 litros”, explicó en rueda de prensa el ministro responsable de la Protección Civil italiana, Nello Musumecci, quien reconoció que la situación es crítica. “Es algo que tiene pocos precedentes: Todos los ríos de Emilia-Romaña han registrado desbordamientos”, lamentó.

Los expertos subrayan que la zona afectada por las inundaciones sufría una prolongada sequía desde hace meses. Y, en este sentido, Musumeci anunció la voluntad del Ejecutivo de poner en marcha un plan nacional “para hacer frente a las fuertes lluvias y largos períodos de sequía”, que podría estar listo “dentro de ocho meses o un año”.

En total 48 localidades de la región han sufrido inundaciones tras el desbordamiento de una veintena de ríos y afluentes entre la madrugada del martes y las primeras horas del miércoles, según el último balance oficial, lo que obligó a los servicios de emergencia a evacuar a cerca de 5.000 personas, un número que podría aumentar en las próximas horas.

El presidente de la región de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, confirmó que unos 40 municipios de la región habían sido completamente inundados. El agua arrasó estructuras, carreteras y provocó el derrumbamiento de un puente. “La situación es verdaderamente dramática en muchas zonas. Habíamos decretado alerta meteorológica con cierre de colegios y limitación de desplazamientos, pero la cantidad de agua que cayó en algunas zonas superó a la que cayó hace dos semanas, que ya era una cantidad sin precedentes”, explicó Bonaccini. “Ha sido como un nuevo terremoto en vísperas del catastrófico suceso de Emilia-Romaña de 2012, cuyo aniversario está a punto de cumplirse”.

Uno de los municipios más afectados es Faenza. “Pasamos una noche que nunca olvidaremos. Una inundación que la historia de nuestra ciudad nunca había conocido. Algo inimaginable”, lamentó el alcalde Massimo Isola. En el caso de esta localidad de unos 59.000 habitantes en la provincia de Ravenna la situación es particularmente crítica porque la ciudad aún no se había recuperado de las fuertes lluvias que el pasado 3 de mayo provocaron varios deslizamientos de tierra que cancelaron miles de hectáreas de cultivos.

Las inundaciones registradas ayer dejaron sin energía eléctrica a cerca de 50.000 hogares, mientras que las conexiones telefónicas permanecieron interrumpidas en buena parte de la zona durante toda la jornada. El acceso a las localidades más afectadas, incluso para los servicios de emergencia, era casi imposible debido a que diversos tramos de las carreteras provinciales así como de la autopista A14, que atraviesa la costa del Mar Adriático, tuvieron que ser cortados. El tráfico ferroviario regional también se mantuvo bloqueado.

“Estamos sin luz, muchas casas sin alimentos y con mucha dificultad con los niños o los ancianos, pero no es el momento de desanimarnos. Hay que seguir”, dijo Luca Della Godenza, alcalde de Castel Bolognese, una pequeña ciudad en la provincia de Rávena que quedó completamente inundada tras la crecida del río Senio.

Las autoridades italianas desplegaron un amplio dispositivo de emergencia encabezado por unas 700 unidades del Cuerpo de bomberos, 300 agentes de policía, 340 de la Protección Civil y más de 200 voluntarios de la Cruz Roja, mientras que el Ejecutivo aprobó un primer paquete de ayuda de 10 millones de euros para los afectados por el temporal. “El Gobierno sigue de cerca la evolución y está preparado para intervenir con las ayudas necesarias”, anunció la primera ministra Giorgia Meloni, que se encontraba viajando a Japón para asistir a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G-7.

De momento, el Gran Premio de Emilia-Romaña, sexta prueba del Mundial de Fórmula Uno, que se debía disputar el domingo en el circuito de Imola ha sido cancelado.