Corea del Sur se encuentra afectada por intensas precipitaciones que han ocasionado inundaciones y deslizamientos de tierra desde el pasado miércoles. Hasta ahora, al menos 17 personas han perdido la vida y 11 están desaparecidas, con más de 13 000 evacuados en distintas zonas afectadas.

En el condado de Gapyeong, un deslizamiento sorprendió a residentes y turistas en campings, dejando dos víctimas mortales y cinco personas desaparecidas; imágenes difundidas por bomberos muestran rescates dramáticos mediante tirolina y traslado en helicóptero.

Las lluvias también han provocado severos daños materiales: más de 2 238 propiedades privadas afectadas, cerca de 2000 tramos de carreteras dañadas y vastas zonas rurales anegadas, según datos de RTVE. El impacto abarca provincias como Sancheong, Osan, Seosan, Dangjin y Gwangju.

El presidente Lee Jae Myung ha declarado la formación de “zonas especiales de desastre” para facilitar una rápida intervención estatal, acelerar las investigaciones de daños y desplegar apoyo económico y logístico adicional. Las previsiones meteorológicas indican que las lluvias remitirán hoy, aunque se anuncia un aumento térmico que podría agravar las condiciones en los refugios.