Defensa
Giro de 180 grados: el misterioso caza J-36 chino se reinventa y ya es una superarma formidable
La industria militar china avanza con la aparición de un segundo prototipo de su caza pesado J-36, un modelo que introduce notables cambios de diseño y evidencia la intensa fase de desarrollo en la que se encuentra el programa
Lejos de ser un diseño cerrado, el enigmático programa del caza pesado J-36 chino es hoy por hoy un laboratorio volante. La reciente aparición de un segundo prototipo, radicalmente distinto al primero que se vio a finales de 2024, demuestra que el proyecto es un lienzo en blanco para sus ingenieros, que continúan experimentando con soluciones técnicas de gran envergadura antes de fijar una configuración definitiva. Este esfuerzo experimental se enmarca dentro de la estrategia más amplia con la que China quiere convertirse en la mayor potencia militar del planeta, invirtiendo masivamente en tecnología de vanguardia.
De hecho, la aeronave en cuestión es una plataforma descrita como un caza de combate muy pesado, cuya seña de identidad es su inusual configuración de triple motor y un diseño general de ala en delta modificada. Es sobre esta base sobre la que los responsables del programa están aplicando cambios estructurales profundos, lo que indica que el desarrollo se encuentra en una fase mucho más temprana de lo que se podría suponer.
En este sentido, uno de los rediseños más llamativos se encuentra en la sección de cola del aparato. Las toberas de los motores, que en el primer modelo estaban integradas en el fuselaje, han sido reemplazadas por tres escapes de diseño angular. Este cambio sugiere la incorporación de un sistema de empuje vectorial bidimensional, una tecnología que le otorgaría una maniobrabilidad muy superior en el combate aéreo cercano, convirtiéndolo en un adversario formidable.
De la cola al morro, un caza reinventado
Por otro lado, la profunda revisión del J-36 también afecta a su parte frontal. Las tomas de aire inferiores, que recordaban a las del F-22 estadounidense, han sido sustituidas por unas tomas supersónicas sin desviador (DSI). Se trata de una solución técnica diferente que, según informa el medio The War Zone, optimiza el flujo de aire hacia los motores a velocidades elevadas, explorando así un rendimiento distinto al del prototipo original. Esta continua innovación es una respuesta directa a la competencia tecnológica, ya que el caza de combate F-22 Raptor recibe importantes actualizaciones con los aviones chinos como principal objetivo.
Asimismo, la metamorfosis del caza llega hasta su tren de aterrizaje. El sistema principal ha abandonado su disposición original en tándem para dar paso a una configuración de ruedas gemelas situadas una junto a la otra. Este ajuste podría deberse a una nueva distribución de pesos o a la necesidad de reforzar la estructura para soportar mayores cargas de combustible o armamento, lo que confirma que el J-36 se encuentra todavía en una fase puramente experimental y lejos de su versión final.