Un grupo de extrema izquierda se atribuye un ataque a la fábrica de Tesla en Alemania

Un incendio en un poste de electricidad provocó apagones masivos en Oder-Spree este martes por la mañana, donde se encuentra la planta del fabricante de coches eléctricos estadounidense Tesla, que también se ha visto afectada y fue evacuada.

El grupo de extrema izquierda “Vulca” se ha atribuido el sabotaje. "Hoy saboteamos a Tesla", dijo la organización en un comunicado. La agencia de seguridad del Estado ha iniciado la investigación mientras el primer ministro de Brandeburgo se ha referido al incidente como una “forma de terrorismo”.

"Nuestro objetivo con nuestro sabotaje es lograr el mayor apagón posible de la Gigafábrica". "Tesla devora tierra, recursos, personas, mano de obra y a cambio escupe SUV, máquinas asesinas y camiones monstruo", ha escrito Vulcan. Las líneas eléctricas fueron "quemadas" porque "los daños en las uniones de los cables a menudo requieren mucho tiempo y su reparación es costosa", reivindican en el comunicado. Reconocen que el incendio en el poste de electricidad fuera grande "para debilitar la estructura de acero y causar inestabilidad en el poste".

La gigafactoría de la empresa de Elon Musk ocupa una extensión de 300 hectáreas y ha estado envuelta en la polémica desde antes de empezar a funcionar, en marzo de 2022, debido a su supuesto impacto para el medio ambiente y en particular, para el agua del subsuelo.

Además de consumir elevadas cantidades de ese recurso escaso en la región -1,8 millones de metros cúbicos anuales-, un informe filtrado a la prensa hace unos días sugiere que las aguas residuales de la fábrica contienen concentraciones de fósforo y nitrógeno muy superiores a lo permitido.

El grupo Vulcan es sospechoso de ser responsable en el pasado de varios ataques incendiarios en la zona de Berlín-Brandenburgo. Por ejemplo, en 2018 se destruyó un cable eléctrico en Berlín-Charlottenburg para golpear a una empresa tecnológica. En 2020 se produjo un incendio provocado en un conducto de cables en Berlín para obstaculizar el desarrollo de una aplicación Corona.