Israel

La heroica actuación de una joven salvó a todos los habitantes de su kibutz de morir asesinados por Hamás

Pese a que recibió ordenes de mantenerse alerta, armó a 12 de los vecinos y los distribuyó en puntos estratégicos del asentamiento

Inbar Lieberman, de 25 años, que salvó la vida a todos los habitantes de un kibutz del ataque de Hamás
Inbar Lieberman, de 25 años, que salvó la vida a todos los habitantes de un kibutz del ataque de HamásTwitterTwitter

En todas las tragedias hay historias de personas que con sus valientes acciones logran salvar del terror y la muerte a otras en medio de una extrema situación de violencia.

Inbal Lieberman, exmilitar de 26 años, vivía junto a decenas de personas de todas las edades en el kibutz Nir Am, una de tantas pequeñas comunidades agrícolas del país. Hace un año fue nombrada la responsable de seguridad del lugar, lo que la convirtió en la mujer más joven en desempeñar esta responsabilidad en la historia de Israel.

El sábado a primera hora esta joven escuchó varias explosiones lejanas y las apreció distintas de las que normalmente provocan los frecuentes ataques lanzados contra los kibutz. Minutos más tarde, se enteró de que alrededor de 1.000 terroristas de Hamás habían cruzado la frontera desde Gaza.

En ese momento, no dudó. Pese a que recibió órdenes de las fuerzas de seguridad del Estado de permanecer alerta, rápidamente, formó un escuadrón de 12 de los habitantes y repartió entre ellos las armas que tenían disponibles en la armería.

Una treintena de terroristas entraron en el asentamiento situado cerca de Sderot con la intención de masacrar a los hombres, mujeres, ancianos y niños que allí viven.

El escuadrón defensivo fue distribuido en distintos puntos estratégicos del kibutz y coordinó emboscadas para atrapar a los atacantes desprevenidos. Lograron abatir a un total de 25, de los que cinco se encargó la joven, y proteger así a los habitantes de la muerte.

El resto de las comunidades cercanas sufrieron numerosas pérdidas humanas y acabaron completamente arrasados por los radicales islámicos. La tenacidad de Inbal Lieberman convirtió su kibutz en una fortaleza infranqueable para los terroristas.