Hunter Biden se declara culpable de evasión y tenencia ilegal de armas

La justicia estadounidense ha decidido dar punto final a cinco años de investigación contra el empresario y segundo hijo del presidente. De acuerdo con un documento legal hecho público este martes, Hunter Biden acordó declararse culpable de no pagar impuestos en 2017 y 2018, y ahora se espera que entre en un acuerdo de libertad condicional por un tercer cargo, relacionado con una probada posesión ilegal de un arma mientras batallaba contra el consumo de drogas.

La información ha salido de un expediente judicial en Wilmington, en el estado de Delaware, donde se lleva el caso. Según su abogado defensor, Chris Clark, parece que este será el final definitivo de la investigación federal, cuya estocada final sería una comparecencia del implicado tan pronto como la próxima semana, en la que se prevé declare su culpabilidad.

Esta trama inició en 2018, cuando el Departamento de Justicia citó a una de sus instituciones financieras, según comentó entonces una fuente familiarizada con el asunto. Sin embargo, la investigación no se haría pública sino hasta después de noviembre de 2020 -en diciembre- cuando habían concluido las elecciones en las que su padre, Joe, ganó la presidencia. Al final, el encargado de hacerse con el cargo fue el fiscal federal David Weiss, nominado por el entonces presidente Donald Trump.

El Departamento de Justicia acusó formalmente a Hunter de poseer un revólver Colt Cobra, alegando que “sabía que era un usuario ilegal y adicto a una sustancia controlada”. Por este cargo, la pena máxima que ahora evita habría sido de 10 años de cárcel y una multa de 250.000 (unos 229.000 euros).

Este caso es político. Así lo ha leído la prensa desde que inició y esa narrativa ha sido alimentada por los republicanos más radicales, que ven en el hijo del presidente Biden un espejo perfecto para igualar las conductas a las acontecidas por el expresidente Donald Trump. De hecho, fue el mismo magnate y hoy principal contendor por la nominación republicana a la presidencia en 2024, quien salió al paso apenas se conoció la noticia. Desde su plataforma, Truth Social, dijo que el Departamento de Justicia le había dado a Hunter una "mera multa de tráfico”, y que “nuestro sistema está roto”, sentenció.

Por su parte, desde la Casa Blanca han intentado alejar al presidente Joe Biden lo más posible del caso. Hasta la mañana del martes, la reacción conocida fue la de un portavoz que aseguró que “el presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras continúa reconstruyendo su vida”. De hecho, sobre las acusaciones en contra del sistema judicial y la presunta politización en favor del mandatario, desde la presidencia se ha repetido varias veces que precisamente el Departamento de Justicia de Biden deliberadamente no reemplazó al fiscal encargado una vez llegaron al poder, precisamente para tratar de evitar que pareciera influir en la investigación.

El acuerdo judicial de Hunter Biden llega días después de que su padre oficializara su primer acto de campaña para las elecciones de 2024. Ahora, este caso ofrece dos lecturas que pueden jugar en contra o en favor de esa campaña, reeleccionista, dependiendo quien venda el mensaje. Para el abogado y analista político, Mariano de Alba, “es evidente que si el juez aprueba este acuerdo preliminar, el presidente Biden puede responder a los ataques de sus opositores en la arena política diciendo que el sistema judicial funciona y que nadie está por encima de la ley”.

Por otro lado, la lectura republicana parece inclinarse a intensificar aún más sus investigaciones sobre Hunter y la familia Biden. En el pasado, el entonces presidente Donald Trump intentó presionar al mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski para que se conocieran detalles de presuntos nexos del hijo de Biden con empresas de ese país.

Para de Alba, “sin duda este va a ser un tema de la campaña y los republicanos van a querer atar la condena que se conoce ahora con ese pasado en Ucrania”. Lo más probable es que esos mensajes lleguen únicamente a sus bases, en una especie de similitud con el torrente de casos judiciales contra Trump que parece no afectarle en su camino a la nominación.