«Mug shot»

Trump rentabiliza su foto policial y la utiliza para regresar a X (Twitter) tras un silencio de casi 3 años

El republicano ha conseguido que la mayor vergüenza de un líder se convierta en su mejor arma

El impactante regreso de Donald Trump a X (Twitter) con su icónica foto policial
El impactante regreso de Donald Trump a X (Twitter) con su icónica foto policialX (Twitter)

Dos horas después de abandonar la prisión del condado de Fulton (Atlanta), Donald Trump ya había empezado a rentabilizar la imagen que le tomó la policía para ficharlo. El proceso de su entrega en Georgia apenas duró 20 minutos, pero su foto policial pasará a la historia por ser la primera de este tipo que se le hace a un presidente de Estados Unidos en activo o retirado. El exmandatario había evitado hasta ahora que se le inmortalizara de esta guisa, pero en su línea de bruscos giros de timón, ha cambiado de estrategia. Lejos de esconder la histórica imagen en la que aparece con gesto serio y desafiante, Trump está ayudando a que dé la vuelta al mundo. En su página web aparece en varios productos de marketing. Hay de casi todo, camisetas por 34 euros, tazas (24 euros) y gorras (13,8 euros) con su foto policial y un lema: «Never surrender» (Nunca te rindas).

Con esta imagen, el excomandante en jefe de la nación impulsa la recaudación de fondos para su campaña electoral 2024, y saca toda la artillería pesada. Porque con ella Trump también volvió el jueves por la noche al antiguo Twitter después de casi tres años de silencio. Había prometido que nunca más pasaría por la red social, pero quizá el cambio de nombre, «X», y su nuevo propietario, Elon Musk, le han hecho cambiar de opinión. En la publicación, Trump compartía su foto policial con un texto: «MUG SHOT – August 24, 2023. Election interference. Never Surronder» (FOTO POLICIAL – agosto 24, 2023. Interferencia electoral. Nunca te rindas). Debajo aparecía la página web de la campaña electoral donde sus seguidores ya han empezado a hacer donaciones y adquirir los nuevos artículos. Una hora después de su publicación en X, su viejo amigo y propietario de la red social, Elon Musk, le respondía con un «Next-level» (siguiente nivel). Musk le permitió a Trump volver a la plataforma cuando la adquirió, pero el expresidente prefirió seguir publicando en su red social Truth Social hasta ahora.

Al recluso número P01135809, de 77 años, también se le tomaron las huellas dactilares y en la ficha policial quedó registrada su altura (192 centímetros), su peso (97,5 kilos), color de ojos azules y cabello rubio. Además, se describen los 13 cargos que enfrenta por su intento de alterar o anular los resultados de las elecciones del 2020 en Georgia. A Trump, para quien la imagen lo es todo como buena estrella de «reality» que ha sido, no debió de hacerle ninguna gracia la simplicidad de la foto. Por eso les regaló a sus fans un fruncido ceño y gesto desafiante que ha sido muy comentado en redes sociales y en los medios de comunicación nacionales.

La hora de su entrega en la prisión del condado de Fulton tampoco fue cosa del azar, el exmandatario quiso que coincidiera con el horario de máxima audiencia en las cadenas nacionales del país. Llegó a Atlanta en su propio avión, y cada uno de sus pasos fue retransmitido en directo. Nada más pisar suelo georgiano, puso rumbo a la prisión de Fulton rodeado de una larga caravana de deportivos utilitarios negros que cruzaron varias calles previamente despejadas para que él y su comitiva pasaran. Al llegar a la prisión, el despliegue trumpiano chocó con la realidad y el exmandatario se entregó en un recinto protegido con alambres de púas y carteles que dirigían a los recién llegados a la zona de «admisión de los prisioneros». Lo que iba a ser la peor deshonra de su carrera se convirtió en una jugada de marketing perfecta que lo situó ante sus miles de seguidores como la víctima de un sistema judicial completamente politizado por el bando contrario. Lo que para cualquier político sería el final, para Trump volvió a convertirse en el mejor trampolín.

El potencial candidato republicano, y posible próximo presidente de una de las potencias más fuertes del mundo, enfrenta 91 cargos penales. Pero él sigue negando que haya hecho algo malo. «Hoy, en la cárcel notoriamente violenta del condado de Fulton, Georgia, fui arrestado a pesar de no haber cometido ningún delito», publicó el jueves por la noche Trump en la página de inicio de su web de campaña. Se refiere a la prisión de Fulton donde se ha entregado, que está siendo objeto de investigación por parte del Departamento de Justicia por las condiciones de insalubridad e inseguridad. Incluso hay acusaciones de que «una persona encarcelada murió cubierta de insectos y suciedad».

«El pueblo estadounidense sabe lo que está pasando. Lo que ha ocurrido es una parodia de justicia una INTERFERENCIA ELECTORAL. La izquierda quiere intimidarte para que no votes por un “outsider” político —alguien que viene de fuera de la política— que pone al pueblo estadounidense primero», continúa denunciando Trump en su web, «hoy entré en la guarida de los leones con un simple mensaje en nombre de todo nuestro movimiento: NUNCA DEJARÉ QUE SE RINDA NUESTRA MISIÓN DE SALVAR ESTADOS UNIDOS».

Como señala el periodista de CNN Stephen Collinson, «las fotos de quienes sirvieron como presidentes llegan a definir épocas». Tras citar imágenes de grandes momentos de los líderes de EE UU, como la de John Kennedy con sus hijos en la Oficina Oval, Lyndon Johnson prestando juramento junto a la recién enviudada Jacqueline Kennedy, o George W. Bush sobre un montón de escombros en la Zona Cero tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Collinson añade: «Lo mismo ocurrirá con la foto policial de Trump. Una época estadounidense desgarradora capturada con el clic de un obturador».