«Mug shot»

El arresto de Trump en Georgia deja una imagen policial para la historia

El expresidente de EE UU abandonó la prisión del condado de Fulton tras 20 minutos de registro por su intento de revertir el resultado electoral de 2020 en el estado de Georgia

Es la cuarta imputación penal de Donald Trump en menos de cinco meses. Pero ha sido la primera vez que el expresidente de Estados Unidos ha ingresado en prisión.

Permaneció poco más de 20 minutos en la cárcel del condado de Fulton, en el estado de Georgia. En el interior, las autoridades le tomaron las huellas dactilares y una fotografía policial que quedará para la historia. Luz cenital, ceño fruncido, mirada retadora y corbata roja. El propio Trump volvió a Twitter, ahora X, más de dos años después expresamente para compartirla con el siguiente mensaje: «Injerencia electoral. Nunca te rindas». Su campaña ya la está utilizando para el «merchandising». El trumpismo es capaz de absorberlo todo.

Trump siguió el mismo procedimiento que horas antes habían seguido personalidades como Rudy Giuliani, su abogado, y Mark Meadows, su jefe de gabinete en la Casa Blanca. Son dos de los 18 procesados en la causa que investiga su intento de revertir el resultado de las elecciones de 2020 en Georgia.

El personal penitenciario anotó su altura y peso: 1,90 metros y 97 kilos. 10 kilos menos que cuando se sentaba en el Despacho Oval. Y su ficha policial entró formalmente en el registro. Hombre blanco, cabello «rubio o fresa», ojos azules con número de recluso P01135809. No fueron más de 20 minutos porque el magnate pagó una fianza de 200.000 dólares, una cuantía que sus abogados acordaron previamente con la Fiscalía. El proceso fue más rápido que para la mayoría de los acusados.

Una de las condiciones para la liberación bajo fianza de Trump es que se abstenga de realizar cualquier comentario, en las redes sociales o de otro tipo, que tenga como objetivo «intimidar» a los testigos o coacusados. Tampoco tiene permitido comunicarse con el resto de procesados en la causa, únicamente a través de sus abogados.

Unas horas antes de entregarse, Trump reemplazó a su principal abogado defensor, Drew Findling, por el veterano abogado defensor penal de Atlanta, Steven Sadow.

El magnate abandonó después la prisión en un convoy de vehículos blindados escoltado por el Servicio Secreto, que se encarga de su seguridad. A la salida le esperaba su jet privado, en el que había llegado unas horas antes a Atlanta y con el que emprendió su vuelta a Nueva Jersey.

Las cámaras que habían seguido en directo su ingreso en prisión, emitido en horario de máxima audiencia y en los principales canales de televisión del país, perdieron el rastro del magnate a la salida. Trump se limitó a describir la escena como «una parodia de la justicia». Considera que los 13 cargos por los que ha sido imputado en esta causa forman parte de una «caza de brujas» en su contra. Mantiene, además, la teoría del fraude electoral en las elecciones de 2020 que alumbraron la victoria de Joe Biden.

«Nadie ha luchado tanto por la integridad de las elecciones como el presidente Donald J. Trump. Por eso, mañana seré arrestado con orgullo en Georgia», escribió el miércoles en redes sociales.

Fani Willis, la fiscal del condado de Fulton, en Atlanta, dice tener pruebas de lo contrario. Por eso acusó al exmandatario de haber liderado una trama mafiosa con 18 aliados —todos ellos entregados a las autoridades y en libertad tras pagar sus respectivas fianzas— para intentar manipular el resultado de los comicios. En caso de ser declarado culpable de todos los cargos, Trump podría ser condenado a hasta 76 años y medio de cárcel. Y no podría autoindultarse si recupera la Casa Blanca en 2024 al tratarse de un proceso judicial estatal y no federal.

El principal delito por el que está procesado es el de violar la ley de asociación delictiva (RICO, por sus siglas en inglés), utilizada anteriormente para enjuiciar a la mafia. Una de las principales pruebas que obra en poder de la acusación es la grabación de una llamada de enero de 2021 en la que pidió al secretario de Georgia, Brad Raffensperger, que le «encontrara» 11.780 votos, uno más de los que había conseguido Biden.

Con todo, Trump es el candidato favorito para las primarias republicanas con una diferencia holgada con respecto de su inmediato perseguidor, el gobernador de Florida Ron DeSantis. Ni siquiera necesitó participar en el debate emitido por Fox News en el que participó DeSantis y el resto de aspirantes al liderazgo del Partido Republicano. En su lugar, se prodigó con el expresentador de Fox News, Tucker Carslon, en una entrevista publicada íntegramente en la red social X.