El Futuro de Venezuela

La campaña electoral más fácil de Maduro

Arranca la carrera para las presidenciales con el boicot de la oposición y la negativa de la UE a aceptar el resultado

Un hombre pasa junto a una pintada que pide la abstención para las elecciones del 20 de mayo
Un hombre pasa junto a una pintada que pide la abstención para las elecciones del 20 de mayolarazon

Arranca la carrera para las presidenciales con el boicot de la oposición y la negativa de la UE a aceptar el resultado.

«A mí me da lo mismo que gane el que sea, porque la situación va a seguir igualita de mal». María Elena Montiel, una administradora venezolana de 38 años, se resigna mientras amamanta a su hija de cuatro meses frente a un supermercado en Caracas. Como ella, otros cientos de personas se concentraron desde el amanecer a la espera de productos subsidiados por el Gobierno, dibujando un retrato de una sociedad que muestra un gran desánimo de cara a la nueva campaña electoral presidencial, que se inició ayer en Venezuela y que culminará con la votación el 20 de mayo.

La amenaza de una creciente abstención, los rigores de la crisis económica que golpea al país petrolero, los cuestionamientos locales e internacionales que rodean el proceso y la ausencia de los principales partidos opositores amenazan con convertir la campaña en una de las más grises de la historia reciente de Venezuela. A esta situación se suman los anuncios de algunos países que han afirmado que no reconocerán los resultados y el posible endurecimiento de las sanciones contra el país si se sigue adelante con los comicios. El presidente Nicolás Maduro, que busca su reelección por seis años más, ha desestimado las advertencias y ha asegurado que llevará a cabo todo según lo planeado.

La poca propaganda que se observa en las calles y los escuálidos actos políticos que han realizado en los últimos días el oficialismo y algunos de los cuatro candidatos independientes traslucen el desánimo que hay de cara a los comicios. demás de Maduro, en la contienda participarán el candidato independiente Henri Falcón, el pastor evangélico Javier Bertucci, el empresario Luis Alejandro Ratti y el ingeniero Reinaldo Quijada.

La galopante inflación, que se estima que alcanzó en marzo una tasa anualizada de 8.878,1% según cálculos de la Asamblea Nacional –que controla la oposición– la fuerte recesión y la severa escasez de bienes, ha desatado una crisis social de proporciones gigantescas y una migración masiva de millones de venezolanos. La pobreza se ubicó el año pasado en 87% de acuerdo a un estudio que realizaron las tres principales universidades.

La coalición opositora, que agrupa a una veintena de partidos, acordó no participar en los comicios alegando falta de garantías electorales. Tras esa decisión, las divisiones dentro de ese bloque se agudizaron, situación que le ha impedido definir una estrategia unificada. Aunque cerca del 80% de los venezolanos quiere un cambio de gobierno, sólo 50% está dispuesto a votar en este momento, lo que hace prever a los analistas que la abstención podría ser la gran protagonista.