Política

Cleveland

La ira racial alcanza Nueva York

El fiscal general investiga la muerte de un ciudadano negro a manos de un policía tras ser exculpado por un jurado. La ciudad prepara una gran marcha para mañana

Un grupo de gente bloquea una calle
Un grupo de gente bloquea una callelarazon

Un gran jurado de Nueva York decidió no procesar a un agente de policía que mató a un hombre negro desarmado con una llave estranguladora cuando intentaba arrestarlo por vender cigarrillos ilegalmente. El suceso, ocurrido en julio en Staten Island, el distrito más pequeño de Nueva York, fue capturado en video y se propagó rápidamente por Internet, iniciando un acalorado debate sobre el uso de la fuerza por parte de los policías estadounidenses, especialmente contra las minorías. La tensión obligó al presidente Barack Obama a mover ficha. El mandatario, que habló por teléfono con el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, recordó la importancia de «asegurarse de que la gente tenga confianza en que la Policía y los fiscales sirven a todo el mundo de forma igualitaria. Los líderes de EE UU han empezado a adoptar medidas concretas para fortalecer la relación entre las leyes y las comunidades de color. Tengo la intención de tomar ciertas medidas con estos líderes en los próximos meses», reconoció Obama

Poco después, el fiscal general, Eric Holder, anunció que el Departamento de Justicia actuará con rapidez para determinar si el agente incurrió en alguna irregularidad en el arresto. Tras la decisión del Gran Jurado, queda pendiente una investigación por posibles violaciones de los derechos civiles que, según Holder, será exhaustiva y justa. En caso de que se detecten posibles delitos, «presentaremos cargos», añadió.

«No puedo respirar», se le escuchaba al afroamericano Eric Garner mientras yacía tendido en el suelo rodeado de cinco policías segundos después de entregarse pacíficamente a los agentes mientras vendía cigarrillos de forma ilegal. El desenlace del caso de Garner recuerda al del joven negro Michael Brown, tiroteado por un oficial de Policía blanco en Ferguson (Misuri).

El policía que mató a Garner se llama Daniel Pantaleo y, como sucedió con el agente que asesinó al adolescente Brown, no será imputado. Garner, asmático, perdió la vida tras practicarle el citado oficial de Policía una llave en el cuello. Como en el caso del agente de Ferguson, Pantaleo defendió que simplemente hacía su trabajo cuando intentaba arrestar a un hombre que se resistía a la autoridad. Pero un vídeo de un ciudadano muestra cómo Garner levantó sus manos y se entregó pacíficamente cuando los policías se le aproximaron en una calle del barrio de Staten Island. En las imágenes se ve a Garner llorando. «No puedo respirar. No puedo respirar», se le oye decir cuando le tiran al suelo.

Por ahora, el Departamento de Policía de Nueva York ha iniciado también una investigación interna, ya que la llave que se le hizo para inmovilizar al detenido –que consiste en apretar el cuello o la tráquea–, no está permitida en el cuerpo. El comisario de Nueva York, William Bratton, explicó que «si se halla algo de culpabilidad, se tomará una decisión, que podría ser una multa o una acción disciplinaria».

Sin embargo, para calmar los ánimos, las autoridades locales han adoptado las primeras medidas preventivas. Un total de 22.000 policías serán reentrenados desde este mes para restablecer la confianza ciudadana hacia los agentes y evitar tragedias como la de Garner. «Los cambios están ocurriendo porque la gente los pidió», dijo el alcalde De Blasio, en una conferencia de prensa en la Academia de la Policía, donde, una vez más, defendió a su jefe de Policía.

En protesta por el fallo. centenares de manifestantes bloquearon varios puntos de Nueva York, poniendo de manifiesto su malestar por la herida racial reabierta con los últimos casos de discriminación racial. «Es un error. Él es un asesino. Lo mató a sangre fría. No somos nosotros los que lo decimos, sino el cardenal Anthony Dolan. Es un homicidio. Un homicidio», grita furiosa una mujer. Pero no sólo los neoyorquinos se han manifestado en esta ocasión. En Pittsburgh hubo diferentes protestas ayer.

La familia de Garner explica que lo ocurrido no responde a ningún accidente. La víctima tenía 43 años, era padre de seis hijos y abuelo. En su historial figuraban 30 arrestos. Cuando la Policía se lo encontró en julio, pensaban que vendía cigarrillos de forma ilegal, algo por lo que ya le habían arrestado. Su familia no le defiende en este asunto, pero critican el trato recibido por la Policía. Centenares de personas se concentraron en Times Square con pancartas que decían, entre otras cosas, «El racismo mata» o «Las vidas de los negros cuentan». No obstante, para mañana hay convocada una gran manifestación en Nueva York.

Uso excesivo de la fuerza en Cleveland

El fiscal general divulgó ayer el resultado de una investigación que acusa de «uso de la fuerza excesivo» a la Policía de Cleveland, donde recientemente un agente mató a un niño negro de 12 años. El Departamento de Justicia llegó a esa conclusión tras abrir en marzo de 2013 una investigación sobre derechos civiles y la actuación de ese cuerpo policial. La indagación detectó «un uso innecesario y excesivo de fuerza letal, incluidos tiroteos y golpes en la cabeza con armas de impacto».