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La renuncia de Merkel abre en canal a su partido

Los centristas y el ala más conservadora se disputarán en diciembre el liderazago de la CDU.

El sector derechista de la CDU acusa a Merkel de haber conducido al partido hacia posiciones socialdemócratas
El sector derechista de la CDU acusa a Merkel de haber conducido al partido hacia posiciones socialdemócrataslarazon

Los centristas y el ala más conservadora se disputarán en diciembre el liderazago de la CDU.

La carrera por suceder a Angela Merkel se anuncia feroz y más en un contexto en el que muchos dudan de que la todavía canciller alemana pueda mantenerse hasta el final de su mandato en 2021. De la elección del nuevo liderazgo en la Unión Cristianodemócrata (CDU), a principios de diciembre en Hamburgo, depende el futuro cercano del partido y, por ende, el de Alemania y Europa. Una férrea lucha por la sucesión que asimismo deja palpable las divisiones internas de un partido que ahora, sin la pieza más importante en el horizonte, protagoniza un duro pulso entre los leales al centrismo de la líder y el ala más derechista. El resultado determinará cómo la CDU responde a la amenaza de la ultraderechista Alternativa para Alemania. Un grio a la derecha puede dejar sin argumentos a los populistas.

La batalla será entre los tres candidatos que ya se han postulado a nivel interno para suceder a Merkel: la secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer; el ministro de Sanidad, Jens Spahn, y el ex jefe del grupo parlamentario de la CDU en el Bundestag hasta 2002, Friedrich Merz. En medios alemanes se apunta asimismo a la posibilidad de que opte al puesto el jefe del Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, persona de confianza de Merkel.

Merz, de 62 años, aunque no cuenta con cargos actuales en la formación, representa al ala más derechista de la CDU y es un declarado rival interno de la línea moderada de la canciller. De hecho, abandonó el escenario político de Berlín tras una disputa con Merkel. Una hostilidad que creció más si cabe por las concesiones hechas por la canciller a los socialdemócratas a cambio de lograr el «sí» al pacto de coalición con el que accedió a su cuarto mandato el pasado marzo.

Defensor de la economía liberal y de los valores más conservadores, Merz se pronunció en contra de la doble ciudadanía y ha criticado en numerosas ocasiones las costumbres musulmanas, hasta el punto de que llegó a exigir que los inmigrantes «acepten nuestras hábitos». A pesar de que sus diferencias con Merkel le alejaron de la CDU, es todavía muy apreciado en el partido, especialmente por las facciones más económicas y por aquellas que están más decepcionadas con la canciller, por lo que, de salir elegido, su presencia supondría una ruptura con la era de Merkel. «La CDU tienen ahora la oportunidad de reposicionarse y de elegir un nuevo liderazgo del partido», declaró ayer Merz.

A sus 38 años, Jens Spahn, actual titular de la cartera de Sanidad, es una de las jóvenes promesas de la CDU. A pesar de su homosexualidad, es un católico confeso y todo apunta a que, a tenor de sus directrices lanzadas desde su Ministerio, su elección vendría auspiciada por una giro conservador de la formación. De hecho, Spahn defiende un cambio de rumbo como demuestra no solo su defensa de que el islam no forma parte de Alemania, sino su adhesión en primavera a un manifiesto que exigía el fin del giro al centro promulgado por la canciller. De hacerse con el liderazgo del partido, pondría encima de la mesa la vuelta del servicio militar obligatorio y, sobre todo, el retorno a unos valores conservadores que, a su parecer, pondrían contra las cuerdas a los populistas de Alternativa para Alemania. De ahí que, como en el caso de Merz, Spahn cuente con las simpatías de la militancia más conservadora de la CDU.

Finalmente, Annegret Kramp-Karrenbauer, conocida como AKK, es la favorita según la Prensa y considerada la más afín a Merkel. Ambas mujeres comparten la misma línea política, más bien centrista, por lo que su candidatura vendría a preservar la herencia liberal de la canciller. AKK es en sí misma el retrato de familia moderna: madre de tres hijos es, sin embargo, su marido quien se dedica a las faenas de la casa y quizás por ello defiende, además de la política migratoria de la canciller, cuestiones como que los jóvenes realicen servicios para la sociedad. De cara al ala conservadora del partido, la política de 56 años tiene la ventaja de que ha hecho una carrera clásica dentro de la CDU, empezando desde las juventudes y pasando desde allí a ocupar posiciones más destacadas.