Unión Europea

La Unión Europea, asaltada por el euroescepticismo

LA RAZÓN consulta varios expertos para discernir la estabilidad del bloque comunitario

La canciller alemana, Angela Merkel (i), da la bienvenida al presidente francés, Emmanuel Macron. EFE/ Clemens Bilan
La canciller alemana, Angela Merkel (i), da la bienvenida al presidente francés, Emmanuel Macron. EFE/ Clemens Bilanlarazon

La crisis política e institucional a raíz del intento de formación de un Gobierno antiestablishment a manos del Movimiento 5 Estrellas (M5E) y La Liga con un ministro de Economía abiertamente en contra del euro no ha hecho nada más que despertar el temor de un cisma en la Unión Europea (UE). A lo que se une la inestabilidad política en España, la difícil transición del Brexit, las diferentes visiones de una profunda reforma entre Angela Merkel y Emmanuel Macron y la crisis migratoria. El Eurobarómetro 2018, elaborado por la Comisión Europea, arroja aún más desafección: el 48% de los europeos no está interesado en las próximas elecciones para el Parlamento Europeo que se celebrarán en mayo de 2019.

Euroescepticismo vs populismo

A lo largo de los últimos años, el corazón de la UE ha visto cómo los que se hacen llamar euroescépticos no paran de crecer. Marine Le Pen con su Frente Nacional cosechó un 35% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales francesas en 2017. La revalidación del cargo que consiguió en abril de Viktor Orban como primer ministro húngaro y con una mayoría renovada. O Alternativa para Alemania (AfD) que hostiga a Merkel y aumenta su poder en el Bundestag. Aunque la formación de un gobierno transalpino comandado por el M5E y La Liga se ha visto frustrada por el veto del presidente de la República, Sergio Mattarella, todo indica que ambas formaciones prometen no abandonar sus consignas más antieuropeas. De hecho, Matteo Salvini, líder de La Liga, espetó que por ‘’Italia deciden los italianos, no alemanes, portugueses o luxemburgueses’’, justo después del rechazo a su gabinete. Son sólo algunos de los terremotos políticos que azotan a la UE.

Estos gobiernos o movimientos políticos se sustentan en un arraigo al populismo que en ocasiones se transforma en una cantinela contra los cimientos de la UE. ‘’Los nacionalismos políticos utilizan a Europa como cabeza de turco de sus problemas, especialmente porque la UE no es muy buena o capaz de defenderse’’, sostiene Simon Usherwood, experto en Política de la Universidad de Surrey. Usherwood afirma que ningún país utiliza el mismo discurso para abandonar el bloque comunitario como el que si se gestó en Reino Unido.

‘’El rechazo a la UE de los italianos se origina en la disfuncionalidad crónica de sus instituciones y la no resuelta crisis de los refugiados. En cambio, Orban utiliza el euroescepticismo para reforzar su posición nacionalista’’ confirma el catedrático experto en Política Europea de la Universidad Carolina de Praga, Martin Mejstřík.

La respuesta comunitaria

Los datos publicados por la Comisión Europea en su último Eurobarómetro dibujan un mapa europeo con diferencias y divisiones respecto a los beneficios de pertenecer al grupo de los 28. Un 41% de los italianos piensa que su país no gana nada con la UE, como el 40% de los chipriotas, el 38% de los austríacos o el 37% de los griegos. ‘’Las instituciones europeas son un servicio de los estados miembros, que son sus verdaderos dueños. La Comisión Europea no puede cambiar que los países presenten los logros europeos como propios y trasladen la culpa de sus fracasos a Bruselas. La crisis europea nace en las capitales a causa de sus malos agentes’’, explica Josef Janning del European Council on Foreingn Relations (CEFR)

Y es que la capacidad de respuesta de las instituciones europeas se hará esperar mientras subyace que, hasta que el eje franco-alemán no se ponga de acuerdo en los puntos a reformar, los cimientos de la UE seguirán debilitados. Para Kyriakos Kouveliotis, experto en la UE de la Universidad Internacional de Roma, es necesario que la UE se reforme hacía una mayor integración a través de una nueva conferencia intergubernamental que, como ya ha hecho en el pasado, si es productiva hará que las cosas avancen. Kouveliotis revela que ‘’la UE es víctima de su propio éxito donde muchos sus ventajas como la libre movilidad o sus servicios se dan ahora por hechos’’.

El futuro de la UE

La confianza que depositan los europeos en los nuevos partidos es indiscutible. El 56% de ellos cree que este tipo de movimientos son los únicos que pueden aportar un cambio real al seno de la UE, según recoge el Eurobarómetro. Ahora bien, queda por ver cómo será está transformación. Lo que sí que queda claro es que estas fuerzas políticas irrumpirán con fuerza en el próximo Parlamento Europeo de 2019 y pueden disputar la hegemonía de las familias políticas europeas. Pero, ¿está la UE en uno de sus peores momentos?

La incertidumbre provocada la crisis política en Italia y el miedo suscitado entre las autoridades comunitarias es palpable. Sin embargo, se desconoce que, si finalmente se repiten las elecciones, tipo de Gobierno surgirá. Pero el apoyo a La Liga y a su líder Salvini no para de crecer, por lo que su discurso se asentara en que Mattarella y Europa no le han permitido gobernar. Kyriakos Kouveliotis lo tiene claro y en el momento en que Roma intente de nuevo romper las reglas desatará una nueva crisis que sólo destruirá a Italia. De hecho, la prima de riesgo italiana no ha parado de crecer y lleva cerca de una semana por encima de los 200 puntos básicos.

La integración europea se ha visto amenazada en varias ocasiones y en las últimos años aún más. Usherwood explica que la debilitada economía, el aumento de la inmigración y el fracaso a la hora de avanzar hacia una armonía institucional ha hecho que este período de incertidumbre europea haya sido mucho más largo. ‘’A pesar de todos los desafíos, la UE no se ha venido abajo y, de hecho, se ha visto fortalecida’’, sentencia el profesor.