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Francotirador

Le llamaban el "Demonio de Ramadi", acabó con decenas de enemigos y fue el francotirador más letal de Estados Unidos

Chris Kyle (1974-2013) tiene en su palmarés como soldado el haber sido el francotirador más efectivo y eficaz de la historia de Estados Unidos

Le llamaban el "Demonio de Ramadi", acabó con decenas de enemigos y fue el francotirador más letal de Estados Unidos XY

En la historia militar, los conflictos a menudo dan origen a figuras que, por sus habilidades o acciones, trascienden el anonimato del servicio. Son individuos cuyas historias, por su intensidad y relevancia, se convierten en ejemplos del rigor y la dureza de la guerra moderna. La figura del combatiente especializado es central en este contexto.

Dentro de las fuerzas armadas, el rol del francotirador es uno de los más solitarios y demandantes. Requiere una precisión excepcional, paciencia extrema y la capacidad de tomar decisiones críticas bajo una presión inmensa. Su efectividad puede cambiar el curso de un enfrentamiento o salvar vidas en el frente. Un dominio técnico y mental es imprescindible.

No es inusual que, en el fragor del combate y a lo largo de múltiples despliegues, algunos de estos especialistas desarrollen una reputación legendaria. Sus hazañas, a menudo envueltas en el secretismo operacional, se comentan entre sus compañeros y, en ocasiones, entre los propios adversarios. Una trayectoria marcada por la efectividad define a pocos.

## Chris Kyle: la marca del francotirador más letal

Chris Kyle, oriundo de Texas, forjó su camino en las exigentes filas de los Navy SEALs. Tras superar los rigurosos entrenamientos, fue desplegado en múltiples ocasiones a Irak, donde sirvió como elemento francotirador. Fue durante estos intensos períodos de combate cuando Kyle comenzó a destacarse por su letal efectividad, culminando en su reconocimiento como el francotirador con el mayor número de bajas confirmadas en la historia militar de Estados Unidos según apuntan desde Combat Operators .

Las cifras asociadas a su servicio son notables. Si bien se habla de un recuento no oficial que supera las doscientas sesenta bajas, el Pentágono ha validado oficialmente ciento sesenta y seis eliminaciones. Este número es significativamente superior al récord anterior y se basa en criterios estrictos de confirmación, donde el tirador y el observador deben presenciar la caída y muerte del objetivo para que la baja sea contabilizada de manera oficial.

La efectividad de Kyle en el campo de batalla le valió una doble reputación. Entre las fuerzas insurgentes, especialmente en zonas como Ramadi, se le conocía con el temido apodo de "Al-Shaitan Ramadi", el "Demonio de Ramadi", llegando a ofrecerse una recompensa por su cabeza. En contraste, entre sus propios compañeros, tanto SEALs como Marines a los que protegía, era reverenciado como "La Leyenda", un apodo que reflejaba el respeto y la confianza que generaba su habilidad.

Uno de los momentos que ilustra la crudeza de su labor, aunque no fue su primera acción de combate, sí fue su primer disparo letal durante la invasión inicial de Irak. Kyle tuvo que neutralizar a una mujer que amenazaba a un grupo de marines con una granada. Tras una breve vacilación inicial ante la orden, ejecutó el disparo decisivo, demostrando la difícil naturaleza de las decisiones que estos operadores deben tomar en el terreno.