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Los demócratas acusan a Trump de encubrir el «Rusiagate»

Un sector del Partido Demócrata presiona para que Nancy Pelosi inicie el «impeachment».

Donald Trump habla de la investigación del Rusiagate en la Casa Blanca, ayer
Donald Trump habla de la investigación del Rusiagate en la Casa Blanca, ayerlarazon

Un sector del Partido Demócrata presiona para que Nancy Pelosi inicie el «impeachment».

El sector disconforme del Partido Demócrata, convencido de que hay que poner en marcha el «impeachment», logró que Nancy Pelosi sacase de sus casillas a Donald Trump. El relato de lo ocurrido pasa por una reunión entre el presidente y la presidenta del Congreso, la política más influyente y poderosa de la oposición a falta de conocer el ganador en las primarias. Había acudido Pelosi a la Casa Blanca. En la agenda una reunión, siempre aplazada, sobre la situación de las infraestructuras públicas, ruinosa, y la imperativa necesidad de alcanzar acuerdos bipartidistas al respecto.

Todo iba bien hasta que Pelosi acusó al presidente de orquestar una operación sobre la trama rusa para «encubrir» posibles pruebas que podrían utilizarse en un juicio político para destituirlo. Según la líder demócrata, Trump estaría bloqueando los pasos que está dando el Congreso para obtener testimonios y documentos sobre la investigación del «Rusiagate», el caso sobre las interferencias de Moscú en las elecciones de EE UU de 2016.

Sus palabras provocaron que la reunión apenas durase cinco minutos. Adiós al compromiso adquirido por los dos partidos para sacar adelante un presupuesto de al menos 2.000 millones de dólares para invertir en la construcción y mejora de carreteras, puentes y demás. Airado, Trump escribió que le parece muy «triste que Nancy Pelosi y Chuck Schumer no sean capaces de comprender la gran promesa de nuestro país. Pueden continuar con la caza de brujas, que ya ha costado 40 millones de dólares y ha supuesto una tremenda pérdida de tiempo y energía para todos en Estados Unidos, o volver al trabajo... (...) Mientras tanto, mi Administración está logrando cosas que nunca antes se han hecho, incluso fortalecer la mejor situación económica en la historia de nuestro país. El liderazgo demócrata está destrozando a Estados Unidos, pero continuaré estableciendo cifras de récord para el pueblo estadounidense... y Nancy, muchas gracias por sus oraciones, ¡sé que realmente lo dice en serio!».

Se refería, claro, a la irónica frase con la que Pelosi dijo rezar por el presidente. No está claro si por su alma, su futuro político, su lugar en la historia o qué. Para entender el brutal desencuentro hay que contar que la demócrata venía de una reunión dramática con los suyos. En la que el sector más radical e impaciente, siempre alineado con las posturas de Bernie Sanders, le exige que ponga en marcha de una vez el «impeachment». A fin de cuentas el ex presidente Bill Clinton se vio abocado a un proceso similar por un asunto de faldas. Qué menos, piensan, que Trump, al que acusan de todos los males imaginables, sufra algo similar o peor. Pero Pelosi, veterana de mil guerras, considera que el presidente salió vivo del «Rusiagate» y que la evidente exoneración brindada por el fiscal especial aconseja que los demócratas abandonen las esperanzas maximalistas y dediquen sus esfuerzos a asuntos y causas más contundentes si aspiran de verdad a conquistar la Casa Blanca.

Si hubieran visto «lo que acaba de suceder en la Casa Blanca se quedarían boquiabiertos», comentó el demócrata Schumer, que ha insistido en que toda la indignación de Trump fue una mera pantomima.