Partido Republicano

El magnate republicano Doug Burgum abandona la carrera hacia la Casa Blanca

El desconocido gobernador de Dakota del Norte sigue los pasos de Tim Scott o Mike Pence y retira su candidatura

El candidato presidencial republicano Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte, habla durante la Cumbre de la Libertad de Florida celebrada en el Gaylord Palms Resort el 04 de noviembre de 2023 en Kissimmee, Florida
El candidato presidencial republicano Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte, habla durante la Cumbre de la Libertad de Florida celebrada en el Gaylord Palms Resort el 04 de noviembre de 2023 en Kissimmee, FloridaJOE RAEDLEGETTYAFP

El precandidato republicano y gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, ha suspendido este lunes su campaña electoral seis meses después de presentar su candidatura. El acaudalado empresario tecnológico, que vendió su empresa de software a Microsoft por 1.000 millones de dólares, no consiguió calar en el electorado de un Partido Republicano dominado por el trumpismo.

Burgum, de 67 años, se presentó ante los votantes como un creador de empleo extremadamente cualificado para impulsar la economía y mejorar las conexiones entre los pueblos pequeños y las grandes ciudades. Apostó precisamente por centrar su campaña en temas como la economía, la energía y la política exterior, sin demasiado éxito. Era prácticamente desconocido para el público estadounidense. Nunca superó el umbral de los dos dígitos en las encuestas.

«Nuestra decisión de presentarnos a las elecciones presidenciales partió de una profunda preocupación por todos los estadounidenses y de la misión de restablecer la confianza en el liderazgo de Estados Unidos y en nuestras instituciones democráticas», explica en su comunicado. «Aunque este proceso de primarias ha sacudido mi confianza en muchas organizaciones de medios de comunicación e instituciones de partidos políticos, sólo ha reforzado mi confianza en América».

Burgum ha criticado la falta de atención de los medios de comunicación y los requisitos de debate del Comité Nacional Republicano, que califica como «arbitrarios». En su caso, para reunir los 40.000 donantes individuales que necesitaba para participar en el primer debate de agosto, ofreció tarjetas regalo de 20 dólares a las 50.000 primeras personas que donaran al menos un dólar a su campaña. Justo antes de ese debate, se rompió el tendón de Aquiles y tuvo que permanecer sentado durante las pausas publicitarias.

Pasó prácticamente desapercibido en el segundo debate. Intervino para pedir a los moderadores que le dejaran responder a alguna de las preguntas en materia energética, un punto fuerte en el estado de Dakota del Norte, rica en petróleo. Y en el tercero ni siquiera logró clasificarse.

El empresario apunta su nombre en la lista de precandidatos que han renunciado a continuar en la carrera hacia la Casa Blanca, como el senador Tim Scott, de Carolina del Sur, el exvicepresidente Mike Pence, el que fuera congresista por Texas, Will Hurd, y el locutor de radio conservador Larry Elder.

La salida del gobernador de Dakota del Norte achica el número de aspirantes a destronar a Donald Trump, el favorito para enfrentarse a Joe Biden en noviembre de 2024. Los republicanos críticos con el expresidente –entre los que destacan el Mitt Romney y el comentarista George F. Will– han pedido que el resto de candidatos sumen fuerzas en una candidatura conjunta. La presión aumenta ahora para el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que no ha dado señales de tracción entre los votantes republicanos a nivel nacional, pero cuyas encuestas relativamente sólidas en New Hampshire están impidiendo que Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur, o el gobernador Ron DeSantis, de Florida, aglutinen el voto anti-Trump.