
Cuerpo de Marines
Los marines estadounidenses dicen adiós a este vehículo tras más de 50 años de servicio
Marcado por un trágico accidente que costó la vida a nueve militares, el veterano vehículo anfibio de los marines estadounidenses dice adiós tras cincuenta años de servicio, abriendo paso a un sustituto no exento de problemas

La muerte de nueve militares estadounidenses en el verano de 2020 puso el último clavo en el ataúd del Vehículo Anfibio de Asalto (AAV). El hundimiento de una de estas unidades durante unas maniobras no solo desveló una trágica cadena de negligencias, sino que aceleró la decisión, ya tomada en 2018, de retirar un blindado que había sido la espina dorsal de las operaciones de desembarco del Cuerpo de Marines durante medio siglo.
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De hecho, este veterano blindado anfibio, que entró en activo en 1972 para sustituir a los antiguos LVT, representó durante décadas la principal herramienta para proyectar la fuerza militar desde el mar hacia la costa. Su diseño, aunque ya anticuado, le permitía transportar a una veintena de soldados desde los buques de asalto hasta tierra firme, ofreciéndoles protección durante la fase más crítica de un asalto. Sin embargo, su larga hoja de servicios quedó empañada por un final marcado por la fatalidad, cerrando así un capítulo clave con cinco décadas de servicio ininterrumpido. El fin de esta era se enmarca en una transformación estratégica mucho más amplia, en la que la Armada estadounidense ya vislumbra un futuro dominado por sistemas no tripulados para asegurar su superioridad.
Fue el pasado 26 de septiembre cuando el mando estadounidense formalizó en una ceremonia su retirada oficial del servicio. La investigación del accidente de 2020, tal y como han publicado en Defense News, fue demoledora, al señalar fallos de bulto en los protocolos de mantenimiento y un entrenamiento inadecuado, factores que sentenciaron el destino del vehículo.
Un relevo generacional que hereda la controversia
Por su parte, el sucesor llamado a ocupar su lugar, el moderno Vehículo de Combate Anfibio (ACV), tampoco está teniendo un arranque fácil. Este blindado de ocho ruedas, diseñado para ser más seguro y avanzado, no ha estado exento de problemas en sus primeras fases de despliegue. Las autoridades militares han tenido que decretar pausas operativas por fallos técnicos e incluso se ha registrado el vuelco de una de las unidades, incidentes que han sembrado dudas sobre su fiabilidad. Este tipo de relevo generacional, con sus propios desafíos, no es exclusivo de Estados Unidos, pues la Infantería de Marina española también está modernizando las capacidades de sus vehículos Piraña para adaptarse a nuevos escenarios.
A pesar de todo, el Pentágono se muestra firme en su decisión de seguir adelante con la modernización de su flota anfibia. Prueba de esta determinación fue el debut del ACV en el extranjero el pasado mes de mayo, durante unos ejercicios militares. Con este gesto, el mando estadounidense busca reafirmar su confianza en que el nuevo blindado superará sus escollos iniciales para estar a la altura de los desafíos del combate moderno.
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