Más de 3.000 misiles balísticos iraníes de corto y mediano alcance amenazan con convertir Israel en un infierno

La situación en Oriente Medio sigue siendo tensa, y las capacidades misilísticas de Irán representan una amenaza crítica para la seguridad de Israel. Desde la Revolución Islámica en 1979, Irán ha avanzado en su infraestructura militar, particularmente en su programa de misiles, lo que le ha permitido proyectar poder más allá de sus fronteras y desafiar a rivales regionales como Israel, Arabia Saudita y las bases militares estadounidenses en la región.

En 2022, el general Kenneth McKenzie, exjefe del Comando Central de EE. UU., estimó que Irán posee más de 3.000 misiles balísticos de corto y mediano alcance, algunos de los cuales pueden alcanzar distancias de hasta 2.100 kilómetros. Esto pone en riesgo no solo a los rivales de Irán en Oriente Medio, sino también a instalaciones militares en partes de Europa.

Entre los misiles balísticos iraníes más destacados están:

• Shahab-3: con un alcance de hasta 2.000 km.
• Qiam-1: un misil de corto alcance que puede cubrir distancias de 800 km.
• Sejjil-2: de largo alcance, con capacidad para alcanzar hasta 2.500 km.
• Misiles de crucero como el Soumar y Hoveyzeh, con un alcance aproximado de 1.300 km.

Además, Irán ha invertido en el desarrollo de misiles de crucero avanzados como el Meshkat y el Soumar, que aunque tienen un rango menor y un poder destructivo inferior a los misiles balísticos, poseen la capacidad de volar a baja altitud, evitando así los radares y utilizando el terreno para ocultar sus trayectorias, lo que los convierte en una amenaza difícil de interceptar.

A lo largo de los años, Irán también ha reforzado su flota de drones, conocidos como UAVs o drones suicidas, que han demostrado ser muy efectivos en ataques asimétricos y pueden abrumar a las defensas aéreas más sofisticadas. La combinación de misiles balísticos, de crucero y drones suicidas ofrece a Irán un enfoque de guerra multidimensional, capaz de evadir y abrumar las defensas aéreas de cualquier nación.

Los sistemas de defensa antiaérea de Israel

Frente a esta amenaza, Israel ha desarrollado sistemas de defensa antimisiles de vanguardia para proteger su territorio. La Cúpula de Hierro, uno de los sistemas más conocidos, está diseñado para interceptar cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería, con una tasa de éxito de alrededor del 90%. Aunque altamente eficaz, la Cúpula de Hierro se enfoca principalmente en ataques de corto alcance y tiene limitaciones frente a amenazas más avanzadas como los misiles balísticos de mediano y largo alcance de Irán.

Para contrarrestar misiles más complejos, Israel ha implementado otros sistemas como Honda de David y Arrow. La Honda de David está diseñada para interceptar misiles balísticos de medio alcance, misiles de crucero y drones, cubriendo un rango de hasta 300 km, mientras que el Arrow es capaz de interceptar misiles balísticos de largo alcance fuera de la atmósfera, protegiendo a Israel de amenazas como el Shahab-3 y el Sejjil-2.

Sin embargo, a pesar de la sofisticación de estos sistemas, funcionarios de defensa israelíes han advertido que un ataque coordinado con múltiples misiles y drones podría abrumar incluso las defensas más avanzadas. Durante el conflicto de 2021 con Hamas, la Cúpula de Hierro logró interceptar la mayoría de los cohetes, pero los expertos militares han advertido que un ataque sostenido y coordinado con misiles balísticos avanzados de Irán podría superar estas defensas y causar daños significativos.

Las implicaciones de un conflicto entre Israel e Irán

Cualquier conflicto entre Israel e Irán tendría consecuencias devastadoras para ambas naciones y podría involucrar a otros actores globales, especialmente a los Estados Unidos, que se verían arrastrados como el principal aliado de Israel. Las capacidades misilísticas de Irán, con su arsenal de misiles balísticos, de crucero y UAVs, le permiten proyectar poder más allá de sus fronteras y mantener una disuasión efectiva frente a sus adversarios. Sin embargo, la posibilidad de que estas armas sean utilizadas en un conflicto a gran escala sigue siendo una amenaza constante para la estabilidad regional e internacional.

Los legisladores estadounidenses, conscientes de esta amenaza, han discutido el aumento de la ayuda militar a Israel para reforzar sus sistemas de defensa antimisiles. Lindsey Graham, senador estadounidense, ha subrayado la importancia de mantener la ventaja militar de Israel en la región, calificando las capacidades misilísticas de Irán como una amenaza no solo para Israel, sino también para los intereses estadounidenses en Oriente Medio.

A pesar de los esfuerzos diplomáticos, incluidas las negociaciones en torno al acuerdo nuclear de Irán (JCPOA), las tensiones entre Irán y Occidente continúan aumentando, y el desarrollo de misiles sigue siendo un tema no negociable para Teherán. Con la creciente militarización de Irán, gestionar sus ambiciones misilísticas será un desafío clave para la comunidad internacional en los próximos años, especialmente en un contexto donde la diplomacia y la disuasión deben equilibrarse cuidadosamente para evitar una escalada del conflicto.