Guerra en Ucrania

El mayor castigo de la "era Trump" contra Putin para frenar la guerra de Ucrania

La Administración Trump quiere frenar los ingresos por hidrocarburo que financian la invasión de Ucrania

October 22, 2025, Washington, District Of Columbia, USA: United States President Donald J Trump meets Mark Rutte, Secretary General of the North Atlantic Treaty Organization (NATO) in the Oval Office of the White House in Washington, DC, USA, on Wednesday, October 22, 2025. The leaders are meeting to discuss continuing support for Ukraine Europa Press/Contacto/Aaron Schwartz - Pool via CN 22/10/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Trump Meets Rutte Of NATO In The Oval OfficeCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un nuevo y contundente paquete de sanciones económicas contra las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, en un intento por cortar el flujo financiero que sostiene la guerra en Ucrania y forzar al presidente Vladímir Putin a sentarse a la mesa de negociación. "Esperemos que se vuelva razonable", declaró Trump sobre Putin, poco después de que el Departamento del Tesoro hiciera pública la medida. "Y espero que Zelenski también lo sea. Ya saben, se necesitan dos para bailar tango", añadió el mandatario, fiel a su estilo.

Las sanciones afectan directamente a Rosneft Oil Company y Lukoil OAO, junto con decenas de sus filiales, marcando la primera vez en su segundo mandato que Trump aplica medidas de este calibre contra Moscú. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó que el objetivo es "asfixiar la maquinaria de guerra del Kremlin" y cortar su principal fuente de ingresos: las exportaciones de hidrocarburos.

"Ahora es el momento de detener la matanza y lograr un alto el fuego inmediato", declaró Bessent. "Dado que el presidente Putin se niega a poner fin a esta guerra sin sentido, el Tesoro sanciona a las dos mayores empresas petroleras de Rusia que financian su esfuerzo bélico. Estamos preparados para ir más lejos si es necesario". El anuncio coincidió con la visita del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Washington. Rutte subrayó el papel decisivo de las armas suministradas por Estados Unidos a Europa, que luego son transferidas a Ucrania. "Necesitamos asegurarnos de que los sistemas de defensa aérea estén en su sitio, y dependemos del equipamiento estadounidense para ello", sostuvo.

Desde Kiev, la embajadora ucraniana en Washington, Olga Stefanishyna, celebró la medida: "Por primera vez bajo el mandato del 47.º presidente de Estados Unidos, Washington impone sanciones de bloqueo total contra las empresas energéticas rusas. Es un paso coherente con nuestra posición: la paz solo se alcanza mediante la fuerza y la presión internacional".

El presidente Volodímir Zelenski, por su parte, urgió a la Unión Europea, al G7 y a Estados Unidos a mantener la presión. "Solo las sanciones, las capacidades de largo alcance y la diplomacia coordinada pueden forzar a Rusia a negociar", dijo tras una nueva oleada de bombardeos rusos que dejó seis muertos, entre ellos dos niñas, y decenas de heridos en varias ciudades ucranianas, incluido un ataque a un jardín de infancia en Járkov.

Pese a los esfuerzos diplomáticos, la guerra -que entró en su cuarto año- sigue sin visos de resolución. Trump ha expresado su frustración ante la negativa de Putin a aceptar las condiciones ucranianas para un alto el fuego. Su esperado encuentro con el líder ruso, que iba a celebrarse en Budapest, ha sido pospuesto indefinidamente. "No quiero perder el tiempo", dijo el presidente estadounidense.

Continúan los ataques

Mientras tanto, Moscú continúa exhibiendo músculo militar. Putin ordenó el miércoles ejercicios de sus fuerzas nucleares estratégicas, en una clara señal de advertencia al bloque occidental. En el frente militar, Ucrania aseguró haber atacado una planta química en la región rusa de Briansk, clave para la producción de municiones, y una refinería en Daguestán. Rusia confirmó los ataques, aunque sin detallar los daños.

Trump prevé reunirse la próxima semana con el presidente chino Xi Jinping durante la cumbre de APEC en Corea del Sur. Washington acusa a Pekín de sostener indirectamente el esfuerzo bélico ruso mediante la venta de maquinaria y componentes electrónicos utilizados para fabricar misiles y tanques. El mandatario estadounidense cree que Xi "podría tener una gran influencia sobre Putin". Y ha insistido en que la guerra terminaría "si todos los países de la OTAN dejaran de comprar petróleo ruso y aplicaran aranceles del 50% al 100% a China por sus compras de crudo a Moscú".

Analistas ven en este endurecimiento una inflexión en la política exterior de Trump. "Marca la primera vez en su segundo mandato que utiliza plenamente su poder de sanción contra Rusia", apuntó Edward Fishman, experto en política energética de la Universidad de Columbia. "El impacto dependerá de la voluntad de mantener una aplicación firme y sostenida". Daniel Fried, exembajador de EE.UU. en Polonia, calificó la decisión de "muy necesaria y largamente esperada": "El Gobierno cruza ahora una línea clave, aumentando la presión sobre el Kremlin ante su brutalidad y su bloqueo diplomático".

A corto plazo, los mercados esperan una reducción del comercio de crudo ruso, aunque la efectividad de las sanciones dependerá del grado de coordinación internacional. Por su parte Trump, que sigue convencido de que puede poner fin a la guerra "por la vía de la razón y la fuerza económica", ha dejado claro que la presión sobre Putin apenas comienza. Pero, como él mismo advirtió, "se necesitan dos para bailar tango".