Consejo Europeo

Michel retira su candidatura a las elecciones europeas para agotar su mandato al frente del Consejo

El belga rectifica tras «las intensas controversias mediáticas» y confirma que dejará el cargo el próximo 30 de noviembre

El belga Charles Michel da marcha atrás. El presidente del Consejo Europeo ha anunciado en la tarde del viernes que retira finalmente su candidatura para las próximas elecciones europeas como cabeza de lista del Movimiento Reformista de Bélgica (MR). Una decisión que oficializó a principios de este mes y que forzaba su salida anticipada al frente de la institución que reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete.

La marcha de Michel colocaba a los líderes del Consejo en una situación delicada. Estaban obligados a encontrar un sustituto después de los comicios del 16 de julio para no dejar el cargo de manera interina en manos del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, puesto que Budapest asumirá a partir del 1 de julio la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

«Para preservar la serenidad en el cumplimiento de mi misión actual, no seré candidato en las elecciones europeas», escribió Michel en su perfil de Facebook. El belga reconoció que su decisión de presentar su candidatura ha generado «intensas controversias mediáticas» y asegura que lo había anticipado en parte por el carácter «inédito, audaz, dirán algunos», de su decisión.

«Pero subestimé la escala y la radicalidad de ciertas reacciones negativas –no dentro del Consejo Europeo, sino fuera de él– ante la perspectiva de verme participar en la campaña europea. Y también de adelantar unos meses el final de mi mandato y la entrada en el cargo de la persona que me sucederá», reconoció.

Michel, que pretendía concurrir como cabeza de lista del partido liberal francófono de Bélgica, dejará finalmente el cargo el próximo 30 de noviembre. No quiere, según explicó, que las controversias «nos distraigan de lo esencial y socaven la institución que presido y, por tanto, el proyecto europeo» y que tampoco desea que su planteamiento «pueda ser de ninguna manera instrumentalizado ni desviado para dividir al Consejo Europeo que, en su opinión, debe trabajar incansablemente por la unidad europea».

«Acepto la legitimidad de toda crítica política y de todos los argumentos intelectuales. Naturalmente, existen varios puntos de vista posibles sobre una situación determinada. Pero observo que los ataques hirientes tienen cada vez más prioridad sobre los argumentos fácticos y objetivos», subrayó en alusión a las duras reacciones que suscitó su anuncio inicial. Algo de lo que se ha defendido. «En mi opinión, esto afecta al desarrollo de la vida democrática. A nivel personal, me hace preguntarme por el sentido y el impacto de un compromiso electoral al que he consagrado mi vida durante treinta años, no sólo para mí, sino también para mis allegados».

Asegura el ex primer ministro belga que al final del mandato al frente del Consejo Europeo se tomará un tiempo para reflexionar «sobre la naturaleza y la orientación de su compromiso futuro». Aunque considera que el hecho de que hubiera comunicado «suficientemente pronto» su decisión de presentarse a las europeas «aseguraba la transparencia de sus intenciones» y dejaba tiempo suficiente al Consejo Europeo para preparar la transición. Las actividades de una campaña electoral, señaló, eran compatibles con el ejercicio de un mandato que llega a su fin.

El líder del Movimiento Reformista belga, Georges-Louis Bouchez, trasladó en redes sociales que, aunque sería una «verdadera decepción» no contar con Michel en su lista, sus decisiones «deben inspirar el mayor respeto».

Otras voces de los liberales europeos no han sido tan comprensivas. Es el caso de Marie-Agnes Strack-Zimmermann, presidenta de la comisión de Defensa del Bundestag y principal candidata del FDP alemán a las elecciones europeas, que describió el anuncio como «otro giro de 180 grados... que está causando confusión». «Su papel no es la autopromoción, sino la representación de los Estados miembros y la coordinación. Él no hace nada de eso. Es hora de un nuevo y digno presidente del Consejo de la UE», remató.

El presidente del Consejo resaltó en su anuncio que su sucesor será elegido antes de la primera sesión plenaria del Parlamento Europeo salido de las próximas elecciones. Por otro lado, la vacante como cabeza de lista de los liberales francófonos belgas podría ser ocupada por el actual comisario de Justicia, Didier Reynders. El único problema es que Bélgica acaba de respaldar su candidatura a la secretaría general del Consejo de Europa.