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Guerra en Ucrania

El motivo por el que Trump ha decidido dejar de mediar en el alto el fuego entre Ucrania y Rusia: "Dependerá de ellos"

La administración estadounidense ha dado a conocer la noticia este viernes, tras semanas de negociaciones

El presidente, Donald Trump, durante un acto en Alabama ASSOCIATED PRESSAP

Estados Unidos ha cumplido con sus amenazas. Tras semanas de encuentros con los equipos negociadores de Rusia y Ucrania en distintos puntos del mundo, y de realizar declaraciones públicas para aumentar la presión sobre ambos bandos, la administración Trump ha decidido retirarse de su papel como mediador en el proceso hacia un alto el fuego.

Este viernes, durante una entrevista transmitida por el canal Fox News, el vicepresidente estadounidense JD Vance ratificó la postura del gobierno republicano, asegurando que la guerra en Ucrania "no va a terminar pronto" e insistiendo en que "dependerá de Rusia y Ucrania llegar a un acuerdo y detener este brutal, brutal conflicto". En la misma línea, días atrás pudo escucharse a Trump, a bordo del Air Force One, lanzar un ultimátum de "dos semanas o menos" para que las partes alcanzaran un entendimiento.

Desde el Departamento de Estado de EE. UU. han señalado que, si bien siguen comprometidos con la búsqueda de la paz, la resolución del conflicto ha pasado a ser "un asunto entre las dos partes". La portavoz del organismo, Tammy Bruce, afirmó: "La naturaleza de cómo esto cambiaría es que no lo haríamos; ciertamente seguimos comprometidos con ello y ayudaremos y haremos lo que podamos. Pero no vamos a viajar por todo el mundo a la mínima para mediar en reuniones, que ahora es un asunto entre las dos partes. (...) Y ahora es el momento de presentar y desarrollar ideas concretas sobre cómo terminará este conflicto (...) Dependerá de ellos".

¿Qué ha llevado a EE UU a abandonar la mesa de negociaciones?

A pesar del tono desafiante de Trump, quien ha acusado tanto a Putin como a Zelenski de obstaculizar el fin de las hostilidades, se han registrado ciertos avances, como la firma del acuerdo para la explotación de minerales ucranianos entre Washington y Kiev. La versión final del pacto resultó ser más favorable para el país invadido de lo previsto inicialmente, e incluye, entre otros puntos, el reconocimiento de que fue Rusia quien inició la invasión a gran escala.

Según medios estadounidenses, habría sido precisamente Moscú quien se negó a aceptar la propuesta final de EE UU para el alto el fuego. Aunque Kiev también expresó reservas, al considerar que los términos implicaban renunciar a la península de Crimea -anexionada ilegalmente por Rusia en 2014-, finalmente fue el rechazo ruso el que bloqueó el proceso. Las continuas negativas por parte de los equipos negociadores y el incumplimiento reiterado de treguas han agotado la paciencia de la administración Trump. Durante la campaña electoral que lo llevó de vuelta a la presidencia, el mandatario aseguró en reiteradas ocasiones que resolvería el conflicto en un plazo de "24 horas".

Trump insiste ahora en la necesidad de que Moscú y Kiev negocien directamente y presenten propuestas "concretas", después de haber suavizado ligeramente su discurso hacia el gobierno ucraniano. De hecho, esta misma semana trascendió que, por primera vez desde su regreso a la Casa Blanca, Trump planea autorizar el envío de equipo militar a Ucrania. Paralelamente, funcionarios estadounidenses estarían trabajando en un nuevo conjunto de medidas para incrementar la presión económica sobre Rusia.