Israel
Nueva jornada de protestas masivas contra la reforma judicial de Netanyahu
Las manifestaciones dejaron choques entre los opositores a la reforma y las fuerzas de seguridad. Un total de 10.000 manifestantes irrumpieron en el aeropuerto internacional de Tel Aviv
Miles de personas volvieron ayer a protestar ayer contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu en las principales carreteras y autopistas de Israel. Los manifestantes cortaron los accesos a Jerusalén, Haifa y Tel Aviv y tomaron el aeropuerto internacional David Ben Gurión, situado en esta última ciudad. Los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad dejaron varios heridos y al menos 66 detenidos.
Según fuentes policiales entre 10.000 y 15.000 personas accedieron al recinto del aeropuerto situado en Tel Aviv, el más importante de Israel, en un momento de máxima afluencia por las vacaciones estivales. El Gobierno había pedido el pasado domingo a la fiscal general Gali Baharav-Miara que declarara ilegal la protesta en las instalaciones aeroportuarias, lo que esta rechazó.
Entretanto, un millar de personas rodeó el Consulado de Estados Unidos en Tel Aviv pidiendo «ayuda» directamente al presidente Joe Biden. Las autoridades locales llegaron a desplegar a la policía montada y a emplear cañones de agua para dispersar a la multitud, que se volvió a concentrar, como viene siendo habitual en el último medio año, en torno a la céntrica avenida Kaplan. Como en Tel Aviv, y con eslóganes y puesta en escena semejante –un mar de banderas israelíes–, en Jerusalén también se registraron nutridas protestas y se practicaron diez detenciones.
«La Policía de Israel continuará permitiendo la libertad de expresión y protesta dentro de los límites de la ley, pero no la violación del orden público, la interrupción de las normas de tránsito o el peligro para los automovilistas», afirmó ayer un portavoz de las fuerzas de seguridad citado por EFE.
Por su parte, los líderes de las protestas –un amplio movimiento que concita a sectores como profesionales de la alta tecnología, universitarios o reservistas– llamaron a la sociedad de su país a «reunirse y salvaguardar la democracia israelí». El líder del mayor sindicato del país, Histadrut, amenazó con «intervenir y emplear nuestra fuerzas si la situación llega a un extremo».
Precisamente unos 300 reservistas del Ejército de unidades cibernéticas firmaron ayer una carta abierta alegando que no se presentarán como voluntarios al servicio, después de que veteranos de la Fuerza Aérea hicieran lo mismo la semana pasada. El anuncio ha sido secundado por reservistas del Shin Bet y del Mossad, según recogía la BBC.
Después de 27 semanas consecutivas de protestas, los opositores a la reforma auspiciada por el primer ministro Netanyahu se vieron espoleados en la madrugada del martes por la aprobación en primera lectura en la Knéset –con 64 votos a favor y 54 en contra– de la ley que anula la «doctrina de la razonabilidad», la cual permite al Tribunal Supremo revocar decisiones gubernamentales en función de si son razonables no.
La aprobación definitiva de esta ley está prevista para antes del 31 de julio, fecha en que comienza el receso estival del curso parlamentario. Será el primer paso legal en la reforma judicial de Netanyahu en salir adelante.
La ley para cambiar la composición del comité de selección de jueces quedó en suspenso –sólo faltaría una votación para su aprobación– cuando el primer ministro congeló la reforma el pasado mes de marzo después de semanas de intensas protestas. La tensión reinante, con un país profundamente dividido, unida al hecho de que el movimiento de protesta ha roto los puentes de diálogo con el Gobierno de coalición, augura nuevas protestas y un aumento de la violencia en las próximas semanas.
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