EEUU
¿Primero América o primero las bombas? El trumpismo se fractura tras los ataques
El ataque de Estados Unidos a Irán polariza a la opinión pública y sacude al Partido Republicano
La decisión del presidente Donald Trump de lanzar ataques aéreos contra instalaciones nucleares en Irán ha desatado una tormenta política y social en Estados Unidos. Más allá del impacto geopolítico y la tensión por el acuerdo entre Israel e Irán, la acción militar ha dejado al descubierto profundas divisiones dentro de ambos partidos, pero particularmente en las bases del movimiento que sostiene al mandatario.
Según una encuesta realizada por NBC y SurveyMonkey, el 45 % de los estadounidenses se opone a los ataques, frente al 38 % que los apoya. Un 18 % se declara neutral, evidenciando la complejidad y la volatilidad del momento.
Durante la recolección de datos de esta encuesta, Irán respondió con un ataque con misiles a una base estadounidense en Catar. Posteriormente, Trump anunció un alto el fuego entre Israel e Irán, criticando a ambos países por supuestas violaciones a los términos del acuerdo, pero al mismo tiempo celebrando el cese de hostilidades. Sin embargo, persisten dudas sobre el daño real a la capacidad nuclear iraní, ya que las primeras evaluaciones indican que los ataques solo habrían retrasado el programa entre tres y seis meses.
Esto ha llevado a que las líneas partidistas se definieran con claridad en sus posturas. El 77 % de los demócratas se opone a los ataques, incluyendo un 61 % que lo hace enérgicamente. Por el contrario, el 78 % de los republicanos los apoya, con un 60 % que manifiesta un respaldo firme.
Aunque la mayoría del Partido Republicano apoya los ataques, la iniciativa también ha reavivado tensiones internas. El ala MAGA, históricamente más aislacionista, se encuentra dividida con respecto a este giro intervencionista.
Por ejemplo, un intercambio entre el comentarista Tucker Carlson y el senador Ted Cruz reflejó este quiebre. Carlson, firme defensor del lema «America First», acusó a Cruz de traicionar esa visión al apoyar la intervención en Irán.
Sin embargo, paradójicamente, los seguidores del movimiento MAGA muestran mayor apoyo a los ataques (84 %, con 70 % de respaldo fuerte) que los republicanos tradicionales (72 %, con 49 % de apoyo firme), lo que revela una desconexión entre las élites discursivas del movimiento y su base electoral.
La encuesta revela que, si bien hay más oposición que apoyo a los ataques, un 60 % de los estadounidenses respaldaría la continuación de acciones militares si Irán mantiene su programa nuclear activo. De estos, un 34 % estaría de acuerdo solo con ataques aéreos, mientras que un 26 % consideraría incluso el uso de tropas terrestres. El 41 % restante se opone a cualquier acción militar adicional.
En el campo demócrata también hay divisiones. El 75 % de los progresistas rechaza más intervención, mientras que entre los demócratas tradicionales la opinión está más dividida: 54 % se oponen, pero un 45 % apoyaría alguna forma de acción si Irán continúa desarrollando su programa. Incluso un 19 % de este grupo considera aceptable usar tropas terrestres.
Sin embargo, el temor a una guerra regional prevalece: el 78 % de los encuestados se muestra muy o algo preocupado por una escalada. Esta inquietud es compartida por el 95 % de los demócratas, el 83 % de los independientes y el 55 % de los republicanos.
El ataque ha reactivado el debate sobre la autoridad presidencial para iniciar acciones militares sin la aprobación del Congreso. El representante Thomas Massie (R-KY) denunció la inconstitucionalidad de los bombardeos y presentó una resolución bipartidista para bloquear futuros ataques sin autorización legislativa.
Una mayoría del 60 % de los estadounidenses coincide en que Trump debió buscar la aprobación del Congreso. Aunque la división es también partidista, es notable que el 19 % de los republicanos, el 71 % de los independientes y un abrumador 92 % de los demócratas comparten esta postura.
Trump respondió atacando a Massie en su red Truth Social, llamándolo «perdedor patético» y «fuerza negativa», y pidiendo al movimiento MAGA que lo abandonara. Este gesto fue visto como una advertencia para otros republicanos que podrían disentir.
El influyente presentador Joe Rogan dedicó un reciente episodio de su pódcast a criticar abiertamente la reacción de Trump. En una conversación con el senador Bernie Sanders, Rogan condenó el «pensamiento de rebaño» dentro del movimiento MAGA y defendió el derecho de Massie a disentir.
Rogan incluso propuso una reinterpretación del lema «Make America Great Again»: hacerlo desde la inclusión y la reducción de desigualdades. «¿Quieres hacer grande a América otra vez? Menos perdedores», dijo. «Hay que dejar de apilar el sistema contra ciertas comunidades».
El comentario puede marcar un punto de inflexión. Rogan, que ha sido una puerta de entrada a ideas de derecha entre jóvenes y hombres desencantados con el sistema, ahora plantea una disyuntiva: ¿seguir la lealtad incondicional a Trump o abrirse al disenso dentro del pensamiento anti-establishment?