Aniversario

Putin promete seguir combatiendo el nazismo en el 80 aniversario de la victoria sobre Hitler

Xi Jinping fue la gran estrella invitada en un acto con pocos mandatarios internacionales

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha afirmado este viernes durante un desfile militar en la plaza Roja de Moscú con motivo del Día de la Victoria que "todo el país" respalda la invasión de Ucrania, desatada en febrero de 2022, y ha afirmado que Moscú "siempre ha sido y seguirá siendo una barrera indestructible para el nazismo".

"Todo el país, la sociedad y el pueblo apoyan a los participantes en la operación militar especial", ha dicho, en referencia a la invasión de Ucrania. "Estamos orgullosos de su valentía y determinación, de una fuerza de espíritu que siempre nos ha dado la victoria", ha agregado, según una transcripción de su discurso publicada por el Kremlin recogida por Europa Press.

"Rusia siempre ha sido y seguirá siendo una barrera indestructible para el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo", ha sostenido el mandatario ruso, antes de incidir en que el país "combatirá contra las atrocidades cometidas por los que proponen estas ideas agresivas y destructivas". Así, ha recalcado que la población rusa "está unida por los sentimientos de alegría y pesar, orgullo, gratitud y admiración a la generación que aplastó el nazismo y, al precio de millones de vidas, ganó la libertad y la paz para toda la humanidad".

"Preservamos la memoria de estos acontecimientos históricos y triunfantes", ha añadido. "Nuestros padres, abuelos y bisabuelos salvaron a la patria. Nos entregaron la labor de defender a la patria, de estar unidos, de defender firmemente nuestros intereses nacionales, nuestra historia milenaria, nuestra cultura y nuestros valores tradicionales", ha explicado Putin.

"Recordamos las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y nunca estaremos de acuerdo con la distorsión de los acontecimientos, con los intentos de justificar a los responsables y difamar a los verdaderos vencedores", ha manifestado. "La verdad y la justicia están de nuestro lado", ha recalcado.

En este sentido, ha ahondado en que "la Unión Soviética soportó los golpes más feroces y despiadados del enemigo". "Millones de personas que sólo conocían el trabajo pacífico tomaron las armas y aguantaron hasta la muerte en colinas, cabezas de puente y fronteras, determinando el resultado de la Segunda Guerra Mundial con victorias incondicionales en las mayores batallas en los alrededores de Moscú y Stalingrado", ha ensalzado.

Xi Jinping, la estrella

Era su gran día. Un sonriente Putin compareció en la tribuna entre el líder chino, Xi Jinping, y el centenario veterano soviético Iván Martinushkin, el último testigo con vida que participó en la liberación del campo de concentración de Auschwitz (Polonia) a manos del Ejército Rojo el 27 de enero de 1945.

Putin no se separó ni un momento de Xi, al que se dirigía constantemente con comentarios sobre las unidades y los equipos militares que desfilaban por el empedrado de la plaza. Ni siquiera cuando hicieron más tarde la ofrenda floral ante la tumba al soldado desconocido.

Además de las tropas rusas, desfilaron destacamentos militares de trece países, incluida una guardia de honor del Ejército Popular de Liberación de China.

No lejos del jefe del Kremlin se sentaron los líderes latinoamericanos -el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el venezolano Nicolás Maduro, visiblemente emocionado, y el cubano Miguel Díaz-Canel- y también dirigentes autoritarios como el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang; el líder de la junta militar de Birmania, Min Aung Hlaing, y el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.

A la tribuna también fueron invitados veteranos de guerra estadounidenses e israelíes, pero brillaron por su ausencia los representantes de los países aliados de la Unión Soviética en la contienda mundial, que sí asistieron al 50 y 60 aniversario en 1995 y 2005.

Misiles intercontinentales y drones de asalto

Durante la parada propiamente dicha desfilaron unas 130 máquinas de guerra, entre ellas los legendarios tanques soviéticos T-34 y las piezas de artillería autopropulsada SU-100, utilizados durante la Segunda Guerra Mundial.

Una de las estrellas de la parada fueron los imponentes misiles balísticos intercontinentales Yars, que tienen un alcance de hasta 12.000 kilómetros.

También se pudieron ver T-90M Proriv, el primer tanque ruso con una caja automática de velocidades; la pieza de artillería Malva de calibre 152, montada sobre un chasis BAZ con ocho ruedas; los misiles balísticos Iskander y el nuevo transporte blindado Kurganets-25.

Pero la novedad fueron los drones, que han demostrado una gran efectividad en Ucrania, en lo que Kiev ha demostrado una clara superioridad.

En particular, desfilaron los Gueran-2, que muchos consideran una copia de los Shahed iraníes; los drones espía Orlán y los kamikaze Lantset, que marcharon a bordo de camiones todoterreno Kamaz.