Guerra en Ucrania

Rusia, a las puertas de la gran batalla del Donbás (con Trump en la retaguardia)

La toma de la localidad de Pokrovsk, cada vez más cercada por las tropas de Moscú, marcará el éxito o el fracaso de la ofensiva rusa en el este de Ucrania. La batalla es inminente

A Ukrainian serviceman of 14th National Guard "Chervona Kalyna" brigade aims his d-20 artillery cannon before firing towards Russian positions at the frontline on Pokrovsk direction, Donetsk region, Ukraine, Monday Jan. 20, 2025. (AP Photo/Evgeniy Maloletka)
Un grupo de soldados en la zona de PokrovskASSOCIATED PRESSAgencia AP

Queda poco menos de un mes para que se cumpla el tercer año del inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y, esta vez sí, la sensación general es que estamos en un punto decisivo del conflicto. Y lo es por dos motivos. El primero, porque la investidura de Donald Trump como 47 presidente de Estados Unidos abre la puerta a una negociación a la que están abocados tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, como el ucraniano, Volodomir Zelenski.

Los dos, a su manera, han trasladado al mandatario estadounidense que están dispuestos a sentarse a negociar (algunos países como Suiza se han ofrecido a hacer de mediadores) y para ello la prioridad es poner sobre la mesa la mayor parte del territorio en disputa (especialmente la región del Donbás), donde estos días se libra la batalla más importante de los últimos meses.

De hecho, el Ejército ruso se prepara ya para la gran batalla por el control del corazón del Donbás consciente de que está en mejor posición negociadora que lo estaba con Joe Biden en la Casa Blanca y de lo que estaría si Kamala Harris hubiera vencido en las elecciones. No en vano, el nuevo secretario de Estado, ha sugerido a Kiev que tendrá que hacer concesiones territoriales y que debe dar por imposibles de recuperar los territorios que Moscú le ha arrebatado.

A día de hoy, la realidad sobre el terreno es que Rusia controla en torno al 20 % del territorio ucraniano, pero quiere más. Y es que Ucrania aún está en poder de un tercio de la región de Donetsk (unos 7.000 kilómetros cuadrados) y lo mismo se puede decir de Jersón y Zaporiyia, según la agencia Efe.

La batalla de Pokrovsk, el momento de la verdad

La toma de la localidad de Pokrovsk es la que marcará el éxito o el fracaso de la ofensiva que Rusia lanzó en la región de Donetsk en octubre de 2023.

El Ejército ruso acaba de tomar una nueva localidad en las inmediaciones de la ciudad que tenía 60.000 habitantes antes del inicio de la guerra, Solone, según informó el Ministerio de Defensa en su último parte de guerra.

Los rusos han conquistado desde finales de diciembre casi todas las localidades al sur y al suroeste de Pokrovsk, e intentan hacer lo mismo en el este con el fin de rodear la ciudad.

Los rusos no han puesto aún sus botas en la ciudad, pero Kiev ya ha procedido a la evacuación masiva de los miles de personas que aún residen en la urbe, ya que el enemigo ha cortado varios accesos por tren y carretera, según Efe.

Los combates más cruentos tienen lugar actualmente en las minas de coque de las afueras de la ciudad, aunque, según algunos medios, los rusos habrían alcanzado los barrios industriales de la zona oeste.

Según la prensa independiente rusa, los ucranianos han cerrado o minado los yacimientos de coque, cuya caída en manos de Rusia sería un duro revés para la economía nacional.

El coque es lo que mantiene en marcha las acerías ucranianas, la segunda fuente de ingresos por exportaciones tras la agricultura en este país, varios miles de millones de dólares.

Ucrania exporta dos tercios del acero a la Unión Europea. Para mantener en pie esa industria tendría que importar coque de otros países, como Estados Unidos.

Kiev ya perdió el control de los yacimientos de litio cuando los rusos conquistaron la localidad de Shevchenko, al sur de Pokrovsk.

El sur del Donbás, al alcance de la mano

Mientras, las tropas rusas intentan hacerse con el control de todo el sur del Donbás, lo que también tendrá consecuencias para la intersección con las vecinas Zaporiyia y Dniepropetrovsk.

Tras la toma de Kurájove, el objetivo de Moscú es la plaza fuerte de Velika Novosilka, que está ya prácticamente rodeada por el enemigo. Su caída en manos rusas es una cuestión de unas pocas semanas.

Según la plataforma ucraniana DeepState, los rusos atacan desde el norte, este y sur, y ya han accedido a las zonas residenciales, por lo que se está cerrando la ventana para que los ucranianos puedan replegarse por un estrecho paso en el noroeste.

Además de acercarse al eje de la citada intersección, las fuerzas de la agrupación militar Vostok (Este) tendrían el camino expedito para avanzar por la carretera que une Donetsk con Zaporiyia.

Los rusos también combaten en las ruinas en que los bombardeos han convertido el centro de las plazas de Toretsk y Chasov Yar, más al norte.

En el punto de mira está Kostiantinivka y aún más al norte las estratégicas Sloviansk y Kramatorsk, a las que Moscú intenta llegar, por ahora sin suerte, desde Kúpiansk, en la región de Járkov.

Lo que no han logrado los rusos es expulsar al enemigo de su territorio, es decir, de la región de Kursk, a día de hoy la principal moneda de cambio en manos del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Las líneas fortificadas que los ucranianos construyeron en torno al distrito de Sudzha se han convertido en impenetrables para las fuerzas aerotransportadas rusas, que han recuperado en casi medio año sólo un 60 % del territorio de Kursk.

Mientras, Kiev mantiene que Moscú está sufriendo una gran cantidad de bajas en su actual ofensiva en el Donbás, que sólo en 2024 ascenderían a 434.000, de ellos 150.000 muertos, según el Estado Mayor ucraniano.

1.340 bajas rusas

En el caso del punto más decisivo de esta fase de la guerra, Pokrovsk, el recuento de fuerzas es la mejor prueba de la importancia que Rusia concede a la toma de esta localidad.

Según el Estado Mayor de Kiev, las fuerzas ucranianas repelieron durante la pasada jornada en esa zona rica en recursos minerales más de 60 ataques rusos. A lo largo de la línea de contacto se produjeron en total 115 combates, según el parte militar ucraniano.

Las fuerzas rusas perdieron el miércoles en toda la línea del frente a 1.340 soldados. Además, el Ejército ucraniano dice haber destruido 12 blindados y 62 sistemas de artillería del enemigo.

Las autoridades ucranianas ampliaron a otros 16 pueblos y aldeas del distrito de Kúpiansk, en la región nororiental de Járkov, la zona considerada de alto riesgo de la que deben ser evacuadas de forma forzosa las familias con niños.

La medida afecta a un total de 267 niños con sus familiares respectivos, según explicó el jefe de la Administración Militar de la Región de Járkov, Oleg Siniegúbov, en su canal de Telegram.

“La decisión ha sido tomada debido al incremento del fuego ruso. Hacemos un llamamiento a las familias con menores para que protejan sus vidas y salgan de los territorios no seguros”, escribió Siniegúbov.

El funcionario ucraniano informó poco después de la muerte de una mujer de 54 años en un pueblo del distrito de Kúpiansk por el impacto de un dron ruso.

Las fuerzas rusas atacan de forma simultánea en varios segmentos del frente en el este de Ucrania. La principal concentración de ataques se sigue dando en dirección a la ciudad de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk. En ese eje del frente Rusia ha lanzado desde el comienzo de la jornada 45 ataques.