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Entrevista

Temores cruzados a un rearme durante la tregua

El profesor de Estudios Europeos de la Universidad de Leeds Neil Winn responde a cuestiones sobre el intento de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania

Rusia y Ucrania canjearán un total de 2.000 prisioneros tras un favorable primer encuentro en Estambul EUROPAPRESS

Ucrania ha propuesto una tregua temporal con Rusia. ¿Es esto un signo de flexibilidad estratégica o de la creciente presión de sus aliados sobre Kiev?

La propuesta de tregua temporal de Ucrania refleja tanto flexibilidad estratégica como presión de sus aliados. El presidente Zelenski ha mostrado disposición a negociar directamente con Putin, condicionado a un alto al fuego de 30 días. Esta postura coincide con los llamados de líderes europeos a una tregua previa a las negociaciones, para detener las hostilidades. Mientras tanto, el presidente estadounidense Donald Trump instó a que se produjeran diálogos sin condiciones, buscando evaluar las intenciones reales de Rusia. Zelenski propuso luego un encuentro con Putin en Estambul, subrayando la necesidad de un cese al fuego para un diálogo significativo. Aunque la propuesta muestra una cierta adaptabilidad diplomática, también evidencia la influencia creciente de Occidente en las decisiones de Kiev, sugiriendo que se realiza un esfuerzo coordinado para resolver el conflicto.

Zelenski ha expresado su voluntad de reunirse con Putin cara a cara. ¿Es realista pensar que este encuentro se producirá en algún momento y podría generar avances concretos?

La disposición de Zelenski de reunirse con Putin en Turquía en mayo de 2025 marca un giro significativo, condicionado a un alto al fuego total desde el 12 de mayo, respaldado por EE.UU. y Europa. Sin embargo, persisten obstáculos: Putin insiste en negociar sin tregua, manteniendo presión militar. Esta divergencia refleja la desconfianza y objetivos contrapuestos. Si se hubiera concretado, el encuentro habría sido un verdadero hito diplomático, ya que su éxito dependía de concesiones mutuas y era la demostración de un compromiso genuino con la paz. Dadas las posturas arraigadas y que no ha llegado a concretarse, el progreso tangible sigue siendo bastante incierto.

Considerando el historial de Rusia y su postura militar actual, ¿aceptaría Moscú la tregua de buena fe o la usaría para reagruparse?

Hasta este momento, la postura rusa parece táctica más que sincera. Zelenski propuso conversaciones directas para un alto al fuego, pero Putin teme que Ucrania se rearme durante la tregua. Kiev, a su vez, sospecha que Rusia usaría la tregua para reagruparse. El Kremlin exige el cese de ayuda militar occidental y frenar la expansión de la OTAN, priorizando sus objetivos estratégicos sobre la paz. Analistas señalan que Rusia vería la tregua como una oportunidad para rearmarse, como sugieren sus recientes ataques con drones tras rechazar la propuesta. Todo indica que Moscú no aceptaría la tregua de buena fe, sino como un respiro para intensificar el conflicto.

El gesto de Zelenski es audaz, pero algunos críticos dicen que debilita a Ucrania. ¿Es esta estrategia diplomática una fortaleza o una vulnerabilidad?

La oferta de Zelenski de reunirse con Putin en 2025 es un gesto audaz que proyecta liderazgo y búsqueda de paz, reforzando la imagen de Ucrania como actor razonable y parte interesada en terminar con la violencia que dura ya más de tres años. No obstante, algunas voces críticas advierten que esto podría legitimar a Putin sin que haya unas garantías claras, debilitando la posición ucraniana o dividiendo incluso a sus aliados occidentales. Si no se maneja con precisión, la propuesta podría interpretarse como una situación de desesperación en lugar de estrategia. Su éxito dependerá de si logra avances concretos, sin sacrificar la resistencia y el apoyo internacional que Kiev ha construido.