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Tensión entre dos colosos

La Razón
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l ¿Este revés diplomático pone de relieve que entre Brasil y Estados Unidos hay serias diferencias en cuanto a política regional e internacional?

–Las concordancias entre ambos países son mayores que las diferencias. El Departamento de Estado norteamericano siempre pensó en Brasil como el socio preferencial de Estados Unidos en América del Sur. La Administración Obama reconoce el papel que ha jugado Brasil para prevenir crisis políticas en países vecinos como Venezuela y Bolivia. Pero a medida que la posición internacional de Brasil se va haciendo más relevante, vemos cómo el Gobierno brasileño adopta posiciones más independientes en el ámbito de las declaraciones diplomáticas y en algunas iniciativas comerciales. Pero no creo que sea nada que arañe las relaciones con Estados Unidos.

l ¿Acaso Obama no acaba de fiarse del Gobierno de Dilma Rousseff?

–Precisamente porque Brasil ha ganado peso. Por un lado, desde Estados Unidos se le ve como el principal garante de la estabilidad en el continente. En rigor, no ha habido cambios radicales en la diplomacia de Lula y Rousseff. Sólo difieren en el estilo. Dilma es bastante inmediata, quiere resultados inmediatos en un campo. La diplomacia requiere escenarios a largo plazo.

* Analista político del periódico digital brasileño «Jornal GGN»