Nadie lo esperaba porque no aparecía en ninguna de las opciones a las que habían apuntado los expertos, por eso cuando ayer se supo que el nuevo Papa es estadounidense fue toda una sorpresa. Robert Prevost, en adelante Papa León XIV, nació en Chicago (Illinois) tiene 69 años y su madre es de ascendencia española, por eso parte de su discurso fue en la lengua de Cervantes, y no en la suya materna.

El presidente Donald Trump, que hace unos días bromeó con la idea de que a él mismo no le importaría ser Papa, no tardó en reaccionar a través de las redes sociales. «Felicitaciones al cardenal Robert Prevost, quien acaba de ser nombrado Papa. Es un gran honor saber que es el primer Papa estadounidense. ¡Qué emoción y qué gran honor para nuestro país!». «Espero con ansia conocer al Papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!», dijo.

«Estados Unidos espera profundizar su duradera relación con la Santa Sede con el primer pontífice estadounidense», afirmó, por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, católico.

Aunque nacido en EE UU, León XIV ha pasado gran parte de su vida fuera de su país, más de 20 años en Perú. Aun así, eso no ha quitado para que la noticia se celebrara en Chicago. Allí el párroco William Lego, de la Iglesia San Toribio, que conoció al nuevo Papa cuando eran jóvenes seminaristas en Míchigan declaró que «eligieron a un buen hombre. Siempre tuvo esa sensibilidad hacia los pobres y su deseo por ayudarlos».

Para nadie pasa desapercibido que el primer Papa estadounidense llega en un momento complicado a nivel político, comercial e internacional, y muchos en la calle comentaban que quizás esta elección pueda contribuir a mejorar las relaciones con otros países en un momento en que atraviesan su peor etapa.

El nuevo Papa es originario de un país donde solo el 20% de los estadounidenses se considera católicos, una cifra que se ha mantenido estable durante las últimas décadas. Un gran porcentaje de ese 20% procede de Chicago, donde una de cada tres personas es católica, según la Archidiócesis de la ciudad.

El Papa León XIV será también el segundo papa latinoamericano de la historia, pues aunque nació en 1955 en Chicago, EE UU, su carrera eclesiástica ha transcurrido principalmente en Perú, donde Francisco lo nombró obispo de Chiclayo en 2018 y recibió la nacionalidad peruana.

En un mensaje sobre el nuevo Pontífice, la presidenta peruana, Dina Boluarte, destacó el «profundo amor por Perú» de Prevost y afirmó: «En nuestras tierras sembró esperanza, caminó junto a los más necesitados y compartió las alegrías de nuestro pueblo».