
Análisis
Trump, el "rey lobo" que no ataca al rebaño sino que lo protege
Los conservadores trumpianos han "salido del armario" al haber perdido el temor o la vergüenza de sentirse conservadores tras décadas de presión de la izquierda mundial

Muchísimo ha cambiado Donald J. Trump desde aquella mañana en que en un sencillo acto organizado por dos abogados demócratas moderados -David Schwartz y Brad Gerstman ante su falta de equipo- en el que, bajando la escalera mecánica de la Trump Tower, anunció su candidatura a la presidencia de EEUU. Su discurso ha evolucionado, es mucho más político y ha pulido su capacidad de leer a su base social, especialmente a aquellos que se sienten olvidados y abandonados.
Trump ya no habla del Partido Republicano, que es sólo una parte de lo que ellos denominan “el movimiento político más importante en la historia los EEUU”. La coalición trumpiana es muy amplia y variada y creció notablemente en esta tercera campaña y segundo mandato. Primero, los conservadores clásicos y los “Common Sense Republicans y Compassionate Republicans” a los que pertenecían Reagan y los dos presidentes Bush. Segundo, el Tea Party reconvertido al Trumpianismo, Ted Cruz o Marco Rubio. En tercer lugar, los protestantes Evangélicos del “Bible Belt”, los primeros cristianos en apoyar a Trump, a quien consideran el “Rey Lobo”, el lobo que no ataca al rebaño, que lo protege.
También están los demás cristianos estadounidenses que, de forma constante, pero sin pausa, se han unido. Ha sido muy importante la mudanza del voto católico hacia Trump a pesar de que Biden era el segundo presidente católico de los EEUU.
El voto masculino negro, harto de ser insultados por la progresía negra. Los hispanos, que llevan por los menos 30 años migrando de la izquierda al centro y ahora a la derecha, muchos hartos de radicalismo del ala izquierda del Partido Demócrata. Los trabajadores industriales, especialmente del automóvil, que se sintieron abandonados por los demócratas convirtiendo el feudo demócrata “Rust Belt” en zona disputada y finalmente en reino Trumpiano. También hay que mencionar a los abandonados por las élites económica y política, gente que nunca se había integrado en el sistema, una parte de los “red-necks” y los “hillbillies” de los estados mineros y rurales del sureste y centro de los EEUU, a los que pertenece el vicepresidente JD Vance. Ellos han sido arruinado por los demócratas al cerrar o regular las actividades mineras.
En el Trumpismo hay dos nuevos grupos muy interesantes: primero los conservadores y trumpianos que acaban “saliendo del armario” al haber perdido el temor o la vergüenza de sentirse conservadores tras décadas de presión de la izquierda mundial que presentaba el ser conservador como una peligrosa enfermedad contagiosa o peor, un virus maligno que tornaba al infectado en descerebrado. El segundo grupo es el de los conversos, sea por convicción, por evolución, por oportunismo o temor a perder el tren del poder. Aquí tenemos a muchos como los “neutrales” inclinados al Trumpismo, entre los que se encuentra el siguiente grupo.
Magnates tecnológicos
Es muy importante el caso de los multimillonarios de la tecnología como Elon Musk (que salió del armario ideológico), el más zorro de todos Jeff Bezos, que prohibió al Washington Post -la "vicejoya" de la corona mediática progre (la joya titular es el "New York Times")- apoyar a Kamala Harris. También está Mark Zuckerberg, que se subió al tren corriendo detrás del último vagón.
El más sorprendente y novedoso de los miembros de la coalición es el voto joven que se llevó Trump con una ventaja de 36 puntos sobre Biden. El propio Trump dice que fue gracias a Tik-Tok y su director de campañas en las redes sociales, el brillante joven de 22 años Jack Advent, cuyo mote es “Tik-Tok Jack”. Trump y su equipo le han dado enorme importancia a la reapertura de Tik Tok en EEUU asegurando que habían obtenido el 50% de la compañía a cambio de cero dólares simplemente con la promesa de autorizarles a seguir funcionando en los EEUU.
Las prioridades de su nuevo mandato se pueden reunir en cuatro grupos de asuntos: primero la economía, la lucha contra la inflación, la reindustrialización del país, cambiar el signo de la balanza de pagos a través de una guerra arancelaria; dar prioridad a la industria y productos estadounidenses y asegurarse la independencia y seguridad energética (autosuficiencia productiva) ampliando la exploración y producción incluso a territorio federal protegido, y eliminando el exceso de regulación en el sector incluso en el "fracking".
Segundo: la lucha contra la inmigración ilegal, refuerzo de las fronteras, expulsiones y deportaciones de ilegales, empezando por los que sean criminales conocidos y que hayan delinquido. Y reforzar la lucha contra la criminalidad. Para esta tarea ha nombrado a Tom Homan como "Zar de las Fronteras", que será el encargado de llevar a cabo las deportaciones desde el primer día de la Administración Trump 2. La criminalidad de los inmigrantes ilegales fue uno de los grandes protagonistas de la campaña.
Tercero: acabar con el wokismo y la cultura de la cancelación y la ideologización radical de izquierdas en los EEUU especialmente de las escuelas, universidades, Hollywood y las Fuerzas Armadas. Para la parte artística cuenta con una coalición de creadores Trumpianos de la primera hora: Billy Ray Cyrus (padre de Miley y Nora Cyrus), autor de la preciosa canción sobre los caídos en batalla “Some Gave All”, y Jason Aldean, el autor del himno MAGA “Try This In a Small Town”. Se han unido a la fiesta “The Village People” que cerró el acto de Trump, el rapero Snoop Dog, Kid Rock, Lee Greenwood, Rascal Flatts, Parker McCollum y Gavin De Graw o el rapero Nelly. Trump ha nombrado "embajadores" en Hollywood a Mel Gibson, Sylvester Stalone y John Voigt, para luchar contra el wokismo en el cine.
Por último, está la particular visión del mundo que tiene Trump que es más americano-céntrica, por inventarnos el término, que aislacionista, como dice mucho autoproclamado experto en EEUU, los “trumpólogos”. Trump dice que él va a evitar la III Guerra Mundial, y que pondrá fin a las guerras de Ucrania y Oriente Medio. Marco Rubio ya había subrayado las tres prioridades de la política exterior Trumpiana: “Make America SAFE, STRONG and PROSPEROUS”.
Expansionismo chino
Podemos esperar que Trump ponga mucha atención al expansionismo chino, como ya anunció Rubio, y evitar que su influencia se extienda en el mundo como mancha de aceite. De hecho, Rubio insistió que quieren un relación equilibrada y pacífica con China en un mundo estable pero que mostrarán toda su fuerza y determinación para que China y otros adversarios o enemigos de los EEUU se anden con pies de plomo. Otra prioridad será proseguir el control y debilitamiento de Irán y la lucha contra el terror internacional. Desde la caída del régimen sirio, los EEUU han más que doblado la presencia de sus fuerzas especiales en el sur de Siria, donde son ya más de 2.000 los efectivos preparados para evitar el auge de Daesh o Al Qaeda.
Ha sido muy revelador el orden de las intervenciones finales en el acto del Capital One Arena. La familia Trump intervino justo antes del presidente electo. Las nuevas estrellas de la familia son Lara Trump, ex presidenta del Partido Republicano y esposa de Eric Trump,. el propio Eric, y finalmente el hijo mayor, Donald Jr., que dio el aviso a navegantes: hemos aprendido la lección y esta administración será muy distinta a la primera. Justo antes lo hicieron dos íntimos amigos de Trump. Cada gesto, el orden de las intervenciones y de los mensajes estaban enviando señales muy claras a los EEUU y al mundo de lo que va a ser Trump 2.
Primero Steve Witkoff, el abogado inmobiliario y millonario inversor que ha sido nombrado nada menos que enviado especial para Oriente Medio, que explicó el acuerdo de alto el fuego atribuyéndole todo el éxito a Trump. Le siguió Dana White, el popular patrón de la UFC, el órgano mundial de la lucha libre y amigo del alma de Trump. El propio presidente citó a sus colaboradores en orden de importancia y cercanía a él, nada que ver con el orden protocolario o de poder real de sus puestos.
Patriotas visionarios
Al presentar a sus secretarios y colaboradores más estrechos dijo de ellos que eran el mejor gobierno en la Historia de EEUU y unos patriotas visionarios. Elon Musk, al que invitó a decir unas palabras. Trump dijo que EEUU debe proteger a sus genios y explicó su papel al frente del departamento de Eficiencia Administrativa. A continuación, el mencionado Steve Witkoff. Dio su apoyo sin fisuras a Pete Hegseth, el polémico secretario de Defensa designado. Tulsi Gabbard, la controvertida ex demócrata designada directora de Inteligencia Nacional (coordinadora de toda la comunidad de Inteligencia). Seguidamente Robert F. Kennedy, secretario de Salud e hijo del asesinado Robert Kennedy. Pam Bondi, la candidata a fiscal general (ministra de Justicia) y al director del FBI, el muy polémico Cash Patel. Parece que Trump quiso blindar a sus más polémicos nombramientos.
A continuación, citó a los demás miembros de su administración dejando casi al final a Marco Rubio, secretario de Estado designado, que hizo un excelente papel en sus sesiones de confirmación y concluyó con una mención de pasada al vicepresidente JD Vance. Toda una declaración de intenciones.
Volvemos a la frase de Chris Stuart, su amigo coronel de la Fuerza Aérea y ex miembro de la Cámara de Representantes: “A Trump hay que tomárselo en serio, pero no al pie de la letra”. Cuando veamos las primeras 200 órdenes ejecutivas que ha anunciado para las primeras horas de su presidencia, quizás sus adversarios empiecen a tomárselo en serio y no como hasta ahora, al pie de la letra, sin tomárselo en serio.
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