Relaciones internacionales

Merkel admite que «el pacto con Irán no es suficiente»

Reunión de la canciller alemana y el presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca

Donald Trump y Angela Merkel en la Casa Blanca. REUTERS/Kevin Lamarque
Donald Trump y Angela Merkel en la Casa Blanca. REUTERS/Kevin Lamarquelarazon

La visita relámpago de Angela Merkel a EE UU marcaba un punto y aparte tras la aparente buena sintonía con Emmanuel Macron. Atrás quedaban las sonrisas, los gestos cómplices, las bromas, las cenas privadas y los paseos de dos dignatarios mutuamente urgidos de buenas noticias. Atrás, también, el fastuoso tratamiento que Donald Trump dedicó a su homólogo europeo, y en el que no faltó el supremo homenaje de que hablara ante el Congreso, en el 58 aniversario del discurso de Charles De Gaulle, propiciado por Dwight D. Eisenhower, en los días de plomo de la Guerra Fría. Lo de Merkel, que aterrizó en Washington a las 11:40 de la mañana y lo abandonó a las 14:20, tenía otro cariz. Menos espléndido si quieren. Aunque igualmente crucial. Casi parecía suficiente no repetir la escena del 17 de marzo de 2017: sentados en el Despacho Oval delante de un ejército de cámaras la canciller le preguntó a su anfitrión si quería un apretón de manos. Trump la ignoró por completo y el escándalo fue de época. Y eso que, ahogadas por las voces de los periodistas y el ruido de las cámaras, es muy posible que las palabras de Merkel fuesen sencillamente inaudibles.

Son conocidos los desencuentros entre los gobiernos a cuenta de Rusia y la OTAN, pero lo político, incluido el tratado nuclear con Irán, palidece en la agenda germana ante el temor de que EE UU haga buena la promesa de aplicar las tarifas a las importaciones de aluminio y acero. Durante la rueda de prensa posterior a su encuentro, Merkel también dio un giro importante a lo dicho antes de viajar a Washington y aseguró que el actual acuerdo con Irán «no es suficiente», mostrándose dispuesta a seguir hablando con Trump sobre cómo mejorarlo y «contener» la influencia iraní en la región. Además, se comprometió a «aumentar hasta el 1,3% del PIB» su presupuesto en defensa. Otro de los anuncios fue que no descarta negociar un acuerdo bilateral con EE UU. «Queremos un comercio acorde con el sistema multilateral de comercio de la OMC, pero también reconocemos que durante años la OMC no ha logrado acuerdos internacionales», explicó la canciller.

«¡Tanto que discutir, tan poco tiempo!», había escrito Trump en su cuenta oficial de Twitter horas antes de que Merkel aterrizara. El lamento, justificado, daba la razón a quienes consideran que las divergencias entre EE UU y Alemania merecen un coloquio más prolongado. Claro que todo esto es nada comparado con lo que escribió el propio Trump en Twitter hace apenas un año: «Tenemos un déficit comercial MASIVO con Alemania, además de que pagan mucho menos de lo que deberían en la OTAN y el ejército. Muy mal para los Estados Unidos».