Análisis

Ucrania tiene armas pero no controla los cielos

El experto David R. Marples analiza para LA RAZÓN el estado de la contraofensiva de Ucrania.

Un zapador ucraniano busca artefactos explosivos en una zona minada de Jersón.
Un zapador ucraniano busca artefactos explosivos en una zona minada de Jersón.Bernat ArmangueAgencia AP

El avance con los tanques occidentales supone un paso clave en la contraofensiva. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha visitado este martes las posiciones de las tropas apostadas en el eje Kupiansk-Limansk, en el noreste del país, una de las zonas en las que, según Kiev, Rusia lleva la iniciativa. El experto David R. Marples, profesor distinguido en el Departamento de Historia e investigador del Programa de Ucrania en la Universidad de Alberta, Canadá, analiza para LA RAZÓN el estado de la contraofensiva de Ucrania.

¿Puede considerarse un fracaso la contraofensiva ucraniana y qué razones aduce para que el Ejército de Volodimir Zelenski no haya ganado terreno con su ofensiva y todas las armas occidentales?

Creo que es un caso clásico de la fuerza de las posiciones defensivas robustas. Ucrania tiene ahora las mejores armas, pero el terreno que espera ocupar está cubierto de minas y trincheras instaladas por las tropas rusas. En tales circunstancias, el poder aéreo se convierte en vital, y hasta la fecha Ucrania no ha tenido el control de los cielos. Aunque se pueda criticar la contraofensiva, Ucrania ha recuperado la mitad del terreno que ocupaban los rusos y ha hecho muy difícil que la Flota rusa del Mar Negro pueda operar con seguridad.

Nadie habla de un plan de paz ni de acabar la guerra con un acuerdo político, sino con una victoria con las armas. ¿Por qué la diplomacia europea y estadounidense no plantean esta cuestión?

Mi opinión es que europeos y estadounidenses no pueden ser los únicos mediadores, ya que Rusia los percibe como el enemigo. Las potencias occidentales tienen que trabajar de forma más cooperativa con otras potencias como China e India, y con Estados medianamente neutrales como Turquía e Israel, que presionarían a Rusia para que llegara a un acuerdo. Además, se habla de victoria, pero una solución más sencilla sería que las fuerzas rusas abandonaran sus posiciones en Ucrania, que es un territorio soberano. La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿tiene Ucrania derecho a existir? En 1991, todos pensaban que sí. En 2021, todos pensaban que sí. ¿Por qué debería plantearse esta cuestión en octubre de 2023? Rusia es el agresor y siempre tiene la opción de retirarse.

¿Las tensiones dentro de Estados Unidos y en el seno de la Unión Europea sobre la ayuda financiera a Ucrania serán temporales o se agravarán a medida que se acerquen las elecciones?

No creo que sea tan grave como lo pintan algunos analistas internacionales. Más importante es la posibilidad de que el expresidente Donald J. Trump vuelva a la Casa Blanca en enero de 2025. Si eso ocurriera, no hay nada seguro. En general, el presidente demócrata Joe Biden ha cooperado bien con los líderes de la Unión Europea y de Reino Unido.

¿Cree que la victoria del ex primer ministro socialdemócrata y prorruso Robert Fico en Eslovaquia debilitará el apoyo del bloque europeo a Ucrania?

Realmente depende de cómo se forme la futura coalición de gobierno. Pero desde luego no es una buena noticia para Ucrania, ya que Eslovaquia ha sido un aliado importante desde que Rusia lanzó su ofensiva por tierra, mar, y aire en febrero de 2022.