Teherán

Una sola mujer entre los candidatos a presidente registrados

Una sola mujer, Razie Omidvar, de 46 años y licenciada en economía, se ha inscrito entre los aspirantes a candidatos para la Presidencia de Irán, transcurridas las dos primeras de las cinco jornadas de registro.

En rueda de prensa, el ministro del Interior y jefe del Comité Ejecutivo Electoral de Irán, Mustafa Mohamad Nayar, informó hoy de que ayer, en el primer día de inscripción de candidatos, 75 personas se registraron.

Hoy, el registro del Ministerio del Interior permaneció abierto desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde hora local (03.30 a 12.30 GMT), pero no se ha ofrecido la cifra de candidatos inscritos en la jornada, que luego tendrán que ser revisados por el poderoso Consejo de Guardianes de la Revolución.

Según la televisión oficial en español, HispanTV, Omidvar se inscribió hoy como aspirante a candidata y es la única mujer que lo ha hecho hasta ahora, cuando aún quedan tres jornadas de registro, que concluirá el próximo 11 de mayo.

Hasta ahora, media docena de políticos conocidos se han registrado, los ultraconservadores principalistas Sadeq Vaez Zadeh, Ruhola Ahmadzadeh y Kamran Bagheri Lankarani, los reformistas Mostafa Kavakerbian y Hasan Rohani y el conservador independiente Mohamad Saidikia.

Sin embargo, los considerados eventuales candidatos más importantes, tanto del campo dominante principalista, como reformistas y del entorno del presidente, Mahmud Ahmadineyad, aún no se ha informado de que se hayan inscrito.

Una vez que el sábado próximo se cierre el plazo de inscripción, el Consejo de Guardianes tendrá como máximo hasta el 21 de mayo para decidir que candidatos son adecuados y vetar a los que no consideren aptos, tras lo que se abrirá la campaña electoral, que durará tres semanas y concluirá 24 horas antes de la apertura de las urnas, el 14 de junio.

La Constitución iraní señala algunas condiciones generales y subjetivas para ser candidato, lo que hace que el Consejo de Guardianes, compuesto por doce clérigos y jurisconsultos musulmanes chiíes de alto rango que supervisan el sistema político de la República Islámica, tengan una amplia discrecionalidad para decidir.