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Terrorismo

Yihadistas secuestran en Nigeria a 215 estudiantes femeninas católicas

Esta misma semana se produjo una acción similar en el país, con 25 escolares raptados

Los cristianos son perseguidos por su fe en varias zonas del mundo, en especial en África, donde en países como Nigeria asesinan a los fieles en un genocidio que va en aumento Dreamstime

227 estudiantes y docentes fueron secuestrados ayer en una escuela católica del centro de Nigeria el viernes, informó la Asociación de Cristianos de Nigeria (ACN), el segundo secuestro en la semana tras el rapto de otros estudiantes en el noroeste.

Estos secuestros, además de un ataque contra una iglesia a principios de semana, se producen en medio de tensiones entre Nigeria y Estados Unidos por la situación de la minoría cristiana en el país más poblado de África. "Según nuestras informaciones, 215 alumnos y estudiantes, y 12 maestros, fueron secuestrados por los terroristas" en esta escuela situada en el Estado de Niger, dijo en un comunicado la ACN tras la visita al lugar del presidente regional de la Asociación, Bulus Dauwa Yohanna.

Grupos armados y organizaciones yihadistas socavan la seguridad en el norte y el centro de Nigeria, donde en 2014 casi 300 alumnas de una escuela fueron secuestradas por yihadistas de Boko Haram.

Este mes, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con una intervención militar ante lo que denuncia como una campaña de asesinatos de cristianos a manos de yihadistas, una narrativa rechazada por el gobierno nigeriano. El último secuestro se produjo en la escuela St. Mary, en la zona de Agwara del estado de Níger, informó el secretario del gobierno local, Abubakar Usman.

El centro escolar explicó en un comunicado que "atacantes armados asaltaron" la escuela entre la una y las tres de la madrugada y que secuestraron a "alumnos, estudiantes, profesores y un guardia de seguridad que fue abatido".

El país africano está dividido entre un norte mayoritariamente musulmán y un sur predominantemente cristiano. Desde hace 16 años, el noroeste de Nigeria es escenario de una insurrección yihadista que ha dejado 40.000 muertos y más de dos millones de desplazados.