Naciones Unidas
Zelenski y Lavrov se enzarzan en el Consejo de Seguridad de la ONU
El líder ucraniano pide la retirada del derecho de veto de Moscú y el jefe de la diplomacia rusa le acusa de «neonazi»
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, se han enzarzado este miércoles en un enfrentamiento en diferido ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York con motivo de la 78 sesión de la Asamblea General del organismo a cuenta del derecho de veto de Moscú. Una prerrogativa que, según Kyiv, permite a Moscú bloquear cualquier solución a su invasión de Ucrania.
«Es imposible detener esta guerra porque todos los esfuerzos se enfrentan al veto del agresor o de quienes apoyan al agresor», denunció Zelenski en la que fue su primera intervención presencial ante el Consejo de Seguridad, el órgano más importante de las Naciones Unidas. El representante permanente de Rusia, Vasili Nebenzia, escuchaba con atención a escasos metros.
Zelenski, vestido con su ya tradicional uniforme verde caqui, pidió a los miembros de las Naciones Unidas que retiraran a Rusia el derecho de veto en el Consejo de Seguridad, vinculado a su puesto de miembro permanente que heredó de la extinta Unión Soviética como potencia vencedora de la Segunda Guerra Mundial. «El derecho de veto en manos del agresor está bloqueando a la ONU», argumentó el líder ucraniano.
Abandonó Zelenski la sala y sólo entonces accedió Lavrov, unos minutos después de la intervención del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. El veterano jefe de la diplomacia rusa, que ocupó el puesto de Nebenzia durante una década, entre 1994 y 2004, respondió a Zelenski que el derecho de veto es un instrumento jurídico «legítimo» que corresponde a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
«El uso del veto es una herramienta absolutamente legítima estipulada en la Carta de Naciones Unidas con el objetivo de evitar decisiones que conduzcan a la ruptura de la ONU», insistió el ministro de Exteriores ruso, quien cargó con dureza durante los siguientes 20 minutos contra Ucrania, a cuyo Gobierno acusó una vez más de haber promulgado leyes «racistas» contra los rusos y de estar en manos de «neonazis».
Cualquier reforma del Consejo de Seguridad, sobre todo en lo relativo a los derechos de los miembros permanentes, es una quimera. Las enmiendas a la Carta de la ONU deben ser aprobadas por el voto de al menos dos tercios de los miembros de la Asamblea General y ratificadas después por dos tercios de los miembros de la ONU, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
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