Por qué los crucigramas ayudan a evitar la demencia

La demencia es un término general que describe un grupo de síntomas asociados con una disminución progresiva de las funciones cognitivas, incluyendo la memoria, el pensamiento, el juicio y la capacidad de realizar actividades diarias. No es una enfermedad específica, sino más bien un síndrome causado por diversas enfermedades y afecciones que afectan el cerebro.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada tres segundos una persona en el mundo desarrolla demencia. Actualmente, más de 55 millones de personas a nivel mundial sufren de esta condición, la cual es provocada por diversas enfermedades y lesiones cerebrales, siendo el Alzheimer la forma más común, representando entre el 60% y el 70% de los casos. Por esta razón, es esencial tomar medidas preventivas, y un estudio reciente realizado por la Universidad de Monash en Australia ha encontrado que resolver crucigramas es una de las actividades que pueden ayudar a prevenir la demencia en los adultos mayores.

El estudio

Este estudio se llevó a cabo con 10.318 australianos de 70 años o más y descubrió que los adultos que regularmente participan en clases educativas y actividades que estimulan la mente, como resolver crucigramas, tienen entre un 9% y un 11% menos de probabilidades de desarrollar demencia en comparación con aquellos que no participan en estas actividades.

La profesora asociada Joanne Ryan de la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva, quien es la autora principal del estudio, destacó la importancia de identificar estrategias globales para prevenir o retrasar la aparición de la demencia, afirmando que esto debe ser una prioridad a nivel mundial. “Lo que nos dicen nuestros resultados es que la manipulación activa del conocimiento previamente almacenado puede desempeñar un papel más importante en la reducción del riesgo de demencia que las actividades recreativas más pasivas. Mantener la mente activa y desafiarla puede ser particularmente importante”, explica.

Las áreas analizadas en este estudio incluyeron, entre otras, la alfabetización en adultos, el nivel educativo, el uso de computadoras y la escritura de diarios personales. Además, se examinaron actividades de agudeza mental como responder cuestionarios y crucigramas, así como jugar a las cartas y al ajedrez. Estas actividades se compararon con otros tipos de pasatiempos creativos, como la carpintería, el tejido y la pintura, y con actividades más pasivas, como leer, seguir las noticias o escuchar música. También se evaluaron personas que priorizaban la socialización, como reunirse y relacionarse con amigos, realizar excursiones planificadas y visitar restaurantes, museos y cines.

La profesora que dirigió el estudio señaló que, aunque participar en actividades de alfabetización y ejercicios mentales no es una solución mágica para prevenir la demencia, estas actividades contribuyen a mantener una buena salud cognitiva a largo plazo. Asimismo, añadió que la interacción social también es crucial para la salud cognitiva y el bienestar mental, aunque el estudio no encontró una conexión clara con la reducción del riesgo de demencia.