Trabajo
¿Tienes una entrevista de trabajo? Aprende a responder a las preguntas más extrañas
Conoce las singulares preguntas que las empresas hacen a sus candidatos para descubrir su talento y personalidad.
Que nadie te engañe: acudir una entrevista de trabajo es uno de los momentos más estresantes que podemos vivir en nuestro entorno laboral. Hay preguntas bastante estandarizadas que cualquier candidato tiene preparadas, del tipo “¿por qué debo contratarte? ¿por qué estás buscando un nuevo trabajo?”... Pero qué pasa si el entrevistador de repente pregunta “¿Quién ganaría una batalla entre Spiderman y Batman?”
Los empleadores son cada vez más creativos con sus preguntas para ayudar a evaluar las habilidades y personalidad de una potencial contratación y de cómo esta encajaría con la mentalidad de la empresa. La finalidad (y el peligro) de estas preguntas que se desvían del plano meramente profesional es desconcertar a los candidatos y obtener así una respuesta real, no algo ensayado y perfecto.
El objetivo de estas preguntas es que cada candidato demuestre su rapidez para pensar, su creatividad y, por qué no, su sentido del humor; además de otras características psicológicas que se pueden reflejar en las respuestas de estas preguntas.
En las preguntas de trabajo, lo que se pide es que el demandante explique sus puntos de vista y demuestre su contestación ya que, en ocasiones, estas preguntas no tienen una respuestas determinada. Por lo tanto, lo más importante es acudir convencido y tranquilo a la entrevista. De esta forma tu capacidad de improvisación será mayor. No existe mejor estrategia para tener éxito en una entrevista que poseer una buena combinación de experiencia y estudios en tu curriculum vitae.
Los departamentos de recursos humanos son conscientes de que la mayoría de candidatos están más que preparados para conseguir los puestos que salen al mercado, por lo que necesitan buscar estrategias nuevas que les garanticen que van a conseguir el mejor trabajador según el perfil de los postulantes; para ello necesitan respuestas genuinas que revelen la personalidad y la profesionalidad de cada candidato.
No hay que relajarse, porque hasta la pregunta más nimia suele tener un trasfondo psicológico. Por ejemplo, a la pregunta “si tu jefe actual te hiciese una fiesta de despedida ¿qué cinco palabras aparecerían escritas en la tarta?”, lo que están buscando es saber cómo defines la relación laboral que tienes en tu actual empresa.
Otro gran clásico es pedirle al candidato que se autoevalúe. Obviamente, el truco será elegir una respuesta intrigante que muestre algunas críticas pequeñas de nuestro carácter y también nuestros puntos fuertes. Y aunque algunas personas no se sienten cómodas hablando de su talento, definir tus virtudes no te va a hacer parecer petulante, sino que te hará demostrar porqué mereces el trabajo por encima de los demás.
Desde el punto de vista de los empleadores las preguntas inesperadas son una buena técnica para forzar a los candidatos a pensar. Para los potenciales trabajadores es una oportunidad para demostrar su originalidad, ya que nunca suele haber una respuesta correcta. Si preguntan por ejemplo ¿cuál es el color del dinero" la peor respuesta que se puede dar es un “verde” o un “no sé”. Es mejor responder a la gallega, con otra pregunta: ¿el dinero de qué país? ¿hablamos de billetes grandes? ¿los Bitcoins cuentan como respuesta?. No hay nada como sacar una sonrisa a tu interlocutor para ganar muchos puntos en la entrevista.
Cómo responder a preguntas raras
Aunque estas preguntas raras te parezcan que no tienen sentido, debes responderlas de la mejor manera posible y tratar de no quedarte nunca callado o no contestarlas. Hay que intentar no mostrar ansiedad al entrevistador y no ponerse nervioso. Es mejor sonreír, hacer una pausa y tomárselo con humor. Además, puedes intentar ganar tiempo para pensar e intentar unir esa pregunta con el puesto de trabajo al que te presentas. Si te quedas totalmente en blanco, es más honesto decírselo al entrevistador y pedirle que te deje contestarla más tarde.
Tampoco hay que interrumpir nunca al entrevistador, es mejor esperar el turno para hablar. Hay que cuidar mucho el lenguaje corporal (sentarse recto, no cruzar los brazos, no morderse las uñas…) pues los reclutadores se fijan mucho en todos los detalles de nuestra comunicación no verbal. También es muy importante vestirse según las características y exigencias que puede tener ese puesto de trabajo. Hay que vestirse para la empresa, no predominar nuestra personalidad sobre el entorno.
Aunque estas preguntas rompan la rigidez del formalismo al que nos predisponemos cuando acudimos a una entrevista de trabajo, jamás hay que usar un lenguaje grosero ni obsceno, hacer bromas de mal gusto o dejar caer “chistes” de política, género o religión. Nunca hay que olvidar que la persona que tenemos enfrente está decidiendo nuestro futuro laboral y no es nuestro colega, por muy coloquial que sea su discurso.
Algunas preguntas raras durante una entrevista de trabajo
- Imagínate que se acercara un director de cine para ofrecerte hacer una película sobre tu vida, ¿qué actor o actriz te gustaría que fuera tu personaje?
- Si en este momento tuvieras 90 años, ¿qué le dirías a tus hijos?
- ¿Cuántas rebanadas tiene una pizza?
- Si pudieras cambiar únicamente una cosa de nuestra sociedad, ¿qué cambiarías?
- Si vivieras en la Prehistoria, ¿serías cazador o recolector?
- ¿Cuál ha sido la mejor fiesta en la que has estado?
- Si tuvieras súper poderes, ¿cuáles te gustaría tener?
- Si ahora mismo tuvieras seis meses libres y todas tus necesidades pagadas, ¿qué te gustaría hacer?
- Si pudieras ir a comer con cualquier personaje histórico, ¿a quién elegirías?
- ¿Qué harías si ganaras la Lotería de Navidad?
- Si tú estuvieras en mi lugar, ¿qué me preguntarías?
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