Casas reales

Meghan Markle rompe el protocolo

Meghan Markle, con un vestido negro en los British Fashion Awards 2018. Foto: Darren Gerrish/BFC
Meghan Markle, con un vestido negro en los British Fashion Awards 2018. Foto: Darren Gerrish/BFClarazon

En medio de la polémica que envuelve a Meghan Markle tras la salida de dos de sus asistentes de palacio, ha aparecido por sorpresa en los British Fashion Awards 2018 celebrados en el Royal Albert Hall de Londres la noche del lunes. La duquesa de Sussex se encargó de entregar el premio al mejor diseñador del año, que fue Clare Waight Keller, la directora creativa de la lujosa firma Givenchy y la mujer que diseñó el vestido del día de su boda. El «look» que lució con la elegancia que la caracteriza llamó especial atención por algunos detalles. Markle apostó por un vestido largo negro de terciopelo de silueta asimétrica que ya marca su redondeada barriga. Un diseño bastante original y arriesgado para el protocolo, ya que dejaba uno de sus hombros al descubierto. Asimismo, lució un sencillo moño con la raya en medio y como complemento un brazalete dorado. La duquesa de Sussex volvió a romper el protocolo al llevar pintadas las uñas con un esmalte en color negro, algo que es poco habitual entre las mujeres de la realeza británica, que suelen utilizar una manicura en tonos neutros y clásicos para los compromisos oficiales. Una regla que Kate Middelton y la reina Isabel II (que lleva la misma laca desde 1989, que cuesta menos de 9 euros) sí siguen estrictamente.

Discurso feminista

Pero no es la primera vez que la mujer de Enrique de Inglaterra rompe con esta regla. Ocurrió cuando asistió a su primer acto solitario en la inauguración de la exposición Oceania en la Royal Academy de Londres, cuando ella misma cerró la puerta del coche. Alejando a un lado los asuntos protocolarios. Otro de los aspectos que llamó la atención del público y de los medios allí presentes fue el discurso feminista con el que sentenció su aparición: «Como todos los que están en esta sala saben, tenemos una conexión con lo que vestimos. A veces es muy personal, a veces emocional. Pero para mí, esta conexión tiene su raíz en ser realmente capaz de entender que se trata de apoyarnos y empoderarnos unos a otros, especialmente como mujeres. Cuando elegimos vestir de un diseñador, no estamos solo escogiendo lo que es un reflejo de su creatividad, de su visión. También elegimos una extensión de sus valores».