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Vargas Llosa vuelve al redil familiar

El Nobel y su ex mujer, Patricia, se fotografían en Boston con motivo de la graduación de su nieta Ariadna

Mario y Patricia Vargas Llosa, junto a sus hijos y nietos en Boston
Mario y Patricia Vargas Llosa, junto a sus hijos y nietos en Bostonlarazon

El Nobel y su ex mujer, Patricia, se fotografían en Boston con motivo de la graduación de su nieta Ariadna.

Tres años después de la tumultuosa separación de Mario Vargas Llosa de su mujer durante 50 años, Patricia, que provocó la reacción de dos de sus tres hijos a favor de su madre, la familia vuelve a demostrar unión y zanja todas las polémicas sobrevenidas en este tiempo respecto a la mala relación entre ellos. El motivo del reencuentro ha sido la graduación de su nieta Ariadna, hija de Gonzalo, el menor de los hijos del Nobel y el más crítico con su padre desde que trascendió el noviazgo con Isabel Preysler. Para tal acontecimiento familiar, Vargas Llosa se desplazó a Boston para ser partícipe de un momento muy especial para toda la familia, ya que la joven ha terminado sus estudios en el Colegio de Artes y Ciencias de la Universidad de Suffolk. Hace dos años el escritor también acudió a la graduación de otra de sus nietas, Josefina, hermana mayor de Ariadna, pero no hubo documento gráfico. Ahora que las aguas parece que vuelven a su cauce, Morgana, segunda hija del Nobel y madrina de Ariadna, no ha tenido reparo en fotografiar a sus padres junto al resto del clan familiar y compartir la felicidad del momento a través de sus redes sociales. Eso sí, juntos pero separados también en la foto el ex matrimonio y sin la presencia de Isabel Preysler. Las heridas se van cerrando, pero es pronto para hablar de reconciliación total.

Bodas de oro infieles

Más aún porque, aunque los hijos del Nobel vayan digiriendo que el matrimonio de sus padres ha naufragado, como el de muchos otros, no olvidan que el romance con «la reina de corazones» se hizo público solo unos días después de la celebración de las bodas de oro de sus progenitores y, como declaró Gonzalo, el noviazgo nacía de «una infidelidad».

De cualquier forma, la cordialidad parece haber vuelto a la familia Vargas Llosa, sobre todo después de que el pasado noviembre Gonzalo hiciera público su disgusto porque su tres hijas hubieran sido fotografiadas en el acto en el que al académico fue premiado por parte de la Getty Foundation en la Morgan Library de Nueva York, acto en el que también estaban Isabel Preysler y Tamara Falcó. El hijo mayor, Álvaro, se puso de parte de su padre y pidió perdón a Isabel y a su hija pues sus sobrinas sí sabían que ellas estarían allí.