
Bodas
Andrea García es la novia más bohemia con este vestido de encajes y velo vintage en su boda con Jaime Martínez-Bordiú
Confeccionado por la diseñadora española Claudia Llagostera con el añadido más especial, como es un tejido del siglo XVII
En nuestra sección Lifestyle de La Razón estamos preparados, puesto que este último fin de semana de septiembre se celebrarán varias bodas de la jet set, donde descubriremos todos los vestidos de novia. Andrea García y Jaime Martínez-Bordiú han sido los que han inaugurado estos acontecimientos en la Finca El Gasco, en Torrelodones (Madrid), rodeados de naturaleza, vistas a la sierra y un emblemático escenario donde ha deslumbrado un look nupcial que está a la orden del día con las tendencias de las bridals.
Emoción, amor y mucho, mucho y mucho estilo. La pareja ha dado el 'sí quiero' tras años de relación junto con los familiares y amigos más cercanos. Como indica la tradición, Andrea García ha entrado en la iglesia cogida del brazo de su padre, haciéndonos descubrir uno de los tesoros mejor guardados y más preciados: su vestido de novia bohemio. Sin ninguna duda, se ha convertido en la más sabia de la moda, dado que ha escogido un diseño de lo más llevado en el sector de las bodas y apostando por un aire más relajado, distintivo y vintage.
Andrea García se casa con un vestido de novia bohemio
Como decíamos, Andrea García se ha casado con Jaime Martínez-Bordiú con un vestido de novia bohemio con encajes, transparencias y bordados. A pocos días de habernos instalado en el otoño, se ha convertido en la bridal más sensata y triunfadora que ha servido a modo de inspiración para las que pasarán por el altar en el futuro. Claudia Llagostera ha sido la diseñadora española encargada de hacer brillar a la influencer en uno de sus días más recordados, partiendo de la base de un tejido vintage, con data de 1880: el bordado Cornely. Destaca por un trabajo minucioso con detalles altamente elaborados para marcar tendencia en su boda. Cabe destacar que ha combinado distintos tejidos, como encajes, seda o lino para crear un vestido delicado y effortless de cuello a la caja, mangas largas y silueta ligeramente ajustada a su cuerpo, hasta acabar con una falda con volante.

Y un velo vintage del siglo XVII
Con el mismo tejido del siglo XVII, Andrea García ha optado por un velo hecho a mano de encaje de Bruselas, huyendo de los clásicos largos junto con un semirecogido con moño desenfadado y ondas. No cabe duda de que se ha tratado de un accesorio con historia que ha completado el look nupcial acentuando ese aire más boho chic acompañado también de un ramo de flores silvestres de colores más otoñales.

En cuanto a términos de belleza, la novia ha deslumbrado con un look de maquillaje de lo más natural, con tonos neutros y rosados. Ha hecho énfasis en los labios con un color nude, así como una sombra de ojos ligeramente ahumada en marrón que ha dado profundidad a la mirada.
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