
Bodas
Rocío Camacho se casa en un diseño de Lorenzo Caprile: espalda descubierta, cola infinita y silueta impecable
Tras deslumbrar en su preboda con un vestido de alta costura, la influencer ha confiado en el maestro español para su gran día

El esperado "sí, quiero" de Rocío Camacho y Guillermo Aylon tuvo lugar en el Castillo de Batres, durante la tarde del sábado 20 de septiembre. Uno de los enclaves más románticos de la Comunidad de Madrid. Rodeados de familia y amigos, la pareja vivió una jornada cargada de emoción que la propia influencer ha compartido con sus seguidores, quienes esperaban con expectación descubrir el vestido elegido para la boda.
Ayer te hablábamos de como en la preboda celebrada en la noche de viernes, Rocío sorprendió a todos con un diseño de tul bordado y hombros descubiertos. Pues para poner la guinda del pastel a uno de los que será recordado por la feliz pareja como uno de los más importantes de sus vidas, la influencer apostó por un vestido de Lorenzo Caprile, hecho a medida, que consiguió plasmar a la perfección la esencia de la novia en una pieza tan impecable como majestuosa.
Lorenzo Caprile, el elegido para un sí, quiero inolvidable
El modisto madrileño es sinónimo de excelencia en el mundo nupcial. Con más de tres décadas de trayectoria, ha vestido a reinas, aristócratas, actrices y mujeres influyentes que confían en su visión atemporal. Sus diseños se caracterizan por la precisión de los patrones, el dominio de los tejidos nobles y esa habilidad única para resaltar la personalidad de cada mujer a través de la costura.
Rocío, que siempre ha defendido la moda española en sus grandes momentos, encontró en Caprile el equilibrio perfecto entre sobriedad y majestuosidad. No es casualidad que lo eligiera: el diseñador representa esa elegancia eterna que trasciende tendencias pasajeras, algo que encajaba a la perfección con lo que ella buscaba para su boda.
El vestido: sobriedad, majestuosidad y un aire eterno
El diseño, en un impoluto blanco roto, se caracteriza por su silueta entallada de líneas puras que estilizan la figura, acompañada de mangas largas que aportan sobriedad y de una falda estructurada que se abre paso hasta convertirse en una cola infinita de aire regio. Sin duda, el gran golpe de efecto estuvo en la espalda: un escote drapeado en cascada que caía con naturalidad, aportando volumen, movimiento y un contraste delicado frente a la sobriedad del delantero. Este detalle no solo añadía sensualidad elegante, sino que también transmitía esa sensación de teatralidad tan propia de Caprile.
El tejido, con cuerpo y caída perfecta, realzaba cada gesto de la novia mientras caminaba hacia el altar, convirtiendo su entrada en un momento cargado de majestuosidad. Como complemento, Rocío apostó por un recogido pulido que dejaba todo el protagonismo al diseño, unos pendientes discretos y un ramo de calas blancas que reforzaban la pureza y la sofisticación del conjunto. Un ejemplo perfecto de cómo la sencillez, cuando está bien ejecutada, puede convertirse en la fórmula más poderosa para deslumbrar.
Un vestido que pasará a la historia de las novias 'made in Spain'
Con este diseño de Caprile, la creadora de contenido ha escrito una página dorada en la moda nupcial española. La sobriedad, el minimalismo y la majestuosidad de la cola han convertido su look en una referencia para futuras novias que sueñan con un vestido atemporal, con carácter y con ese sello de excelencia que solo la alta costura puede ofrecer.
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