Casas Reales
Guillermo y Stephanie de Luxemburgo celebran su primera cena gala, y las royals europeas deslumbran con sus vestidos más elegantes
Así concluyó una jornada que quedará marcada para la historia por la abdicación del Gran Duque Enrique
El 3 de octubre de 2025, ya es parte de la historia de las casas reales europeas, como ayer te contábamos, el Gran Duque Enrique dejaba el trono en favor de su hijo, Guillermo. Un momento que no solo simboliza un gran cambio en el reinado de Luxemburgo, sino que confirma lo que llevamos años atisbando, las monarquías se están rejuveneciendo en toda Europa.
Desde la sucesión de los Grimaldi en 2005 cuando Alberto y Charlène iniciaron su reinado, pasando por dos de las monarquías nórdicas con, el Rey Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, así como el Rey Felipe y Matilde de Bélgica, ambos coronados en el año 2013. Solo un año después (2014) el cambio llegó a nuestras fronteras con los Reyes Felipe y Letizia tomando las riendas de la corona española. Y ya, más recientemente, el Rey Carlos III sucedió a su madre la Reina Isabel II de Inglaterra en 2022, seguidos de la que había sido la última coronación hasta el momento la del Rey Federico X de Dinamarca y su esposa Mary. Hoy se abre una nueva página en la historia de la realeza europea con el nombramiento de Guillermo y Stephanie como nuevos Grandes Duques de Luxemburgo.
Stéphanie debuta con estilo regio
La nueva Gran Duquesa fue la gran protagonista de la velada. Stephanie volvió a apostar por el vestido lila con falda plisada y capa de gasa que ya había llevado en la proclamación, pero esta vez con un detalle que lo cambió todo: por primera vez lució la tiara belga, una de las joyas más imponentes de la familia. Un gesto cargado de simbolismo para inaugurar su papel de consorte.
Máxima hace un guiño a su coronación
Máxima de Holanda volvió a demostrar que el color no tiene secretos para ella. Eligió un diseño en tono ocre con aplicaciones de guipur azul y falda con volumen, una apuesta arriesgada pero cien por cien en su estilo. Lo acompañó con la tiara de zafiros que la coronó en 2013, reforzando así el peso de su joyero real en una noche histórica.
Amalia, frescura en verde esmeralda
La heredera neerlandesa sorprendió con un vestido en verde esmeralda de corte romántico con mangas de tul y corpiño estructurado. Un look vibrante, juvenil y elegante al mismo tiempo que coronó con la tiara floral de la reina Emma, pieza histórica que ahora pasa a las nuevas generaciones.
Matilde, sobriedad en burdeos
La Reina Matilde de Bélgica apostó por la sofisticación discreta de un diseño en burdeos con manga larga y bordados en encaje. Un vestido de líneas clásicas que supo elevar con la tiara de las Nueve Provincias, símbolo de la monarquía belga, y un collar de diamantes que aportaba luz a todo el conjunto.
Elisabeth estilo de heredera
La princesa Elisabeth de Bélgica reafirmó su lugar como heredera con un vestido de Jenny Packham de silueta fluida y corpiño bordado, un diseño que conjugaba frescura y sobriedad. Lo acompañó con la tiara de diamantes que recibió por su 18 cumpleaños, reforzando su imagen de joven royal con estilo propio.
Brigitte Macron, la elegancia contemporánea como contraste
Brigitte Macron se salió de su habitual paleta neutra para apostar por un vestido en tono burdeos con escote en red bordada con destellos metálicos. El look, que completó con accesorios plateados, aportó un toque moderno y diplomático que equilibró la opulencia de las royals con un estilo más contemporáneo.
Una velada que confirma el poder de la moda en la realeza
Más allá del protocolo, la primera cena de gala de los Grandes Duques se convirtió en un auténtico escaparate de moda y poder. Los estilismos de Stéphanie, Máxima, Matilde, Elisabeth, Amalia y Brigitte demostraron que la realeza europea sigue siendo el mejor reflejo de cómo tradición y estilo pueden ir de la mano en pleno 2025.