El bloque de izquierdas recela del diálogo de PP y C’s

Podemos pide al PSOE que deje de tenerles «alergia» e IU un «cambio de enfoque», pero los socialistas responden que no virarán en sus políticas.

Punto final a las vacaciones. Ayer se reunió la Junta de Portavoces en el Parlamento autonómico para retomar el curso político. Tras el encuentro, la secretaria general de Podemos en la comunidad, Teresa Rodríguez, expresó su temor de que el acercamiento entre el PP y Ciudadanos (C’s) sea una «OPA hostil» a los derechos de los andaluces y pidió al PSOE que «empiece a perder el miedo y la alergia a Podemos». La podemita no descartó tampoco que el acercamiento entre los populares y la formación naranja sea un «cambio de cromos», en el sentido de que responda a una «voluntad soterrada de presionar al PSOE» andaluz para que apoye la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España.

En la misma línea, el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, avisó de que el Ejecutivo regional, sustentado por los socialistas, «tendrá que definir con quién baila esta legislatura». Adelantó que su Grupo va a «atender con mucho detenimiento la oferta» planteada por el PP-A a C’s de sentarse en torno a una mesa para intentar hacer «fuerza común» y negociar de manera conjunta los Presupuestos de la Junta para 2017, y para abordar el acuerdo de investidura alcanzado entre ambas fuerzas a nivel estatal. «Parece que hay un rapto del novio al PSOE en Andalucía», lanzó Maíllo, en alusión a que Ciudadanos permitió la investidura de Susana Díaz como presidenta y ha sido un aliado para los socialistas en la Cámara. A juicio del líder de IU, «no se puede bailar con dos a la vez y no estar loco», por lo que reclamó al PSOE que lleve a cabo «un cambio de enfoque» de sus políticas ante la elaboración de las cuentas del año próximo para fortalecer los servicios públicos, algo que cree «incompatible» con las medidas de C’s.

Y el PSOE respondió a ese bloque parlamentario de izquierdas, por boca de su portavoz, Mario Jiménez. «Que nadie se rasgue las vestiduras ni se preocupe de que el PP y C’s abran el diálogo porque no va a provocar un viraje en las políticas del Gobierno andaluz», garantizó. Aludió en concreto a Podemos para mantener que su postura es de estudio psicológico. Según Jiménez, la formación morada ha pasado de una fase de «pubertad» en la que «tenía las hormonas desbocadas» y que le llevó a «despreciar» todas las iniciativas del PSOE, a ponerse «nerviosa» con la estrategia del PP. Le reprochó, en definitiva, que no tenga abiertas vías para comunicarse con su partido.

La portavoz parlamentaria del PP-A, Carmen Crespo, por su parte, quiso dejar claro que su formación está dispuesta a «hablar y dialogar» con «todos los grupos» representados en la Cámara autonómica para acordar medidas que permitan «desbloquear» situaciones de «parálisis» que afectan a distintas cuestiones en la comunidad, aprovechando así el «pluralismo» del Parlamento. «Los ciudadanos en este momento –argumentó la popular– quieren que se prime el diálogo en vez de la confrontación entre los grupos» para resolver sus problemas.